La Reserva Federal endurece su política por el crecimento

La robustez del crecimiento económico, confirmado por una tasa de desempleo en el punto más bajo desde 1974, ha conducido a la Reserva Federal a tomar la difícil decisión de endurecer ligeramente su estrategia monetaria, aun a pesar de arriesgarse a producir una nueva crisis en los mercados financieros. El cambio de política se ha producido además en plena refinanciación del Tesoro, provocando una elevación de las rentabilidades en las subastas lo suficientemente elevadas como para obligar a los bancos a incrementar el prime rate al 9%. Consecuencia inmediata de ello fue la caída, tal y...

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La robustez del crecimiento económico, confirmado por una tasa de desempleo en el punto más bajo desde 1974, ha conducido a la Reserva Federal a tomar la difícil decisión de endurecer ligeramente su estrategia monetaria, aun a pesar de arriesgarse a producir una nueva crisis en los mercados financieros. El cambio de política se ha producido además en plena refinanciación del Tesoro, provocando una elevación de las rentabilidades en las subastas lo suficientemente elevadas como para obligar a los bancos a incrementar el prime rate al 9%. Consecuencia inmediata de ello fue la caída, tal y como cabía esperar, de las bolsas, no sólo en EE UU, sino también en el resto del mundo. El sentimiento negativo presente en los mercados está tomando un cariz claramente exagerado. Prueba de ello es que uno de los puntos en que se basa tal negativismo, la inflación, no está arrojando cifras en consonancia. Es decir, la economía está creciendo a un sano ritmo del 3% mientras que la inflación no da muestras de aceleración. El índice de precios al por mayor del mes de abril aumentó sólo un 0,4%, cifra que hubiera sido tan sólo del 0, 1 % si se excluyen los precios de la alimentación y de la energía.En este contexto algunos analistas como Shearson Lehman Hutton opinan que el reciente descenso de las bolsas es la culminación de un proceso a la baja que se había estado fraguando durante las últimas semanas, como se podía comprobar observando el reducido nivel de contratación y el clima de desconfianza. También señalan que esta nueva caída es parte del proceso de estabilización tras el crash de octubre y en ningún caso significa una continuación del mercado bajista de 1987. Tampoco creen que se haya iniciado una escalada de los tipos de interés, más bien lo que la Reserva Federal pretende, según ellos, es enfriar ligeramente el ritmo de crecimiento económico y confían en que una vez que haya surtido efecto el alza del prime rate, los tipos volverán a caer. Las rentabilidades de los bonos están próximas a sus máximos y probablemente a mediados del verano vuelvan a situarse por debajo del 9%. Así mismo la Bolsa debería ir escalando posiciones para rebasar a un plazo no muy lejano el nivel 2.100.

Respecto al dólar hay pocas noticias que resaltar, excepto su estabilidad, que podría verse alterada el próximo día 17 por la publicación del déficit comercial que de arrojar cifras superiores a los 12.500 millones, podría empujarlo de nuevo por debajo de los 1,65 marcos.

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