Tres grupos financieros solicitan la autorización para crear un nuevo banco

Tres grupos financieros -Fibanc, Eurocapital y la Caja Privada de Crédito- han presentado la documentación exigida y realizado el depósito legal en el Banco de España para solicitar la concesión de una nueva ficha bancaria. La relativa rapidez con que el Banco de España ha emitido un informe positivo a la solicitud presentada por la familia Argüelles para que se le autorice Banco Alcalá ha movido a estos tres nuevos grupos a dar el paso y abandonar la posibilidad de adquirir una ficha bancaria ya en funcionamiento.

Los grupos financieros que respaldan la creación de los tres nuevos banc...

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Tres grupos financieros -Fibanc, Eurocapital y la Caja Privada de Crédito- han presentado la documentación exigida y realizado el depósito legal en el Banco de España para solicitar la concesión de una nueva ficha bancaria. La relativa rapidez con que el Banco de España ha emitido un informe positivo a la solicitud presentada por la familia Argüelles para que se le autorice Banco Alcalá ha movido a estos tres nuevos grupos a dar el paso y abandonar la posibilidad de adquirir una ficha bancaria ya en funcionamiento.

Los grupos financieros que respaldan la creación de los tres nuevos bancos están domiciliados dos en Madrid y uno en Barcelona. Dos de ellos -Fibanc y Eurocapital- son sociedades financieras, que intervienen con algunas limitaciones en lo que se conoce como banca de negocios y cuyo objetivo a la hora de solicitar la concesión de una nueva ficha bancaria se centra en la posibilidad de realizar nuevas actividades complementarias con las que ya vienen realizando. En el caso de la cooperativa de crédito, representa transformar radicalmente sus actividades.El objetivo de Fibanc, grupo presidido por Carles Tusquets, es la creación de un banco especializado en valores, aprovechando lo que ya están gestionando, ya que su línea de actuación se ha centrado en la creación de fondos de inversión colectiva y en estos momentos gestionan patrimonios de varias decenas de miles de clientes, lo que les supondrá una base importante de clientes potenciales para el nuevo banco. El nombre de la ficha solicitada es el mismo que el de la sociedad matriz de donde sale todo el capital a desembolsar en el momento de la concesión.

La empresa catalana pretende con el nuevo banco acceder a los mercados hasta ahora vedados a las sociedades no bancarias, como negociar activos monetarios, entrar en el mercado de deuda pública e iniciar un proceso de captación de depósitos de terceros como cualquier banco comercial. No obstante, el nuevo banco, que partirá con unos recursos propios de 1.500 millones de pesetas, repartidos a partes iguales entre capital y reservas, como ex¡ge la normativa legal vigente, se encontrará a corto plazo con la imposibilidad de llevar a cabo algunas de las funciones que querría. En efecto, la legislación establece limitaciones para los bancos nuevos a la hora de repartir dividendos, adquirir filiales y abrir sucursales, así como mi proceso de inspección más acentuado al principio.

Otras vías

Por ello, por ejemplo, los nuevos bancos no pueden tomar posiciones accionariales en sociedades, por lo que durante los primeros años no podrán realizar operaciones de aseguramiento de emisiones en las que una parte importante de la operación en sí misma consiste en el compromiso de que las emisiones se colocarán porque el banco se queda con los títulos que no quieran los inversores privados. En todo caso, este tipo de limitaciones podría variar sustancialmente en los préminos meses como consecuencia de la entrada en vigor de la normativa comunitaria, bastante más liberal que la española.Fibanc trató de adquirir la ficha del Banco Condal, propiedad de varios de los grandes bancos tras la reprivatización de Rumasa antes que solicitar un banco nuevo. Pero dos razones hicieron desistir de ese intento. La primera de ellas es que existe un compromiso entre los siete grandes bancos nacionales de no desprenderse de los bancos de Rumasa que adquirieron en un plazo de tiempo que todavía no ha transcurrido. La segunda razón fue que, dado el anuncio oficial del Banco de España de que prefería que se solicitaran nuevas fichas a que se compraran las ya existentes, y que las limitaciones e inspecciones serían similares en ambos casos, era mejor -y posiblemenete más barato- ir por el camino marcado por la autoridad monetaria.

La Caja Privada de Crédito, cooperativa formada por empresarios y profesionales de Barcelona y Madrid, también ha solicitado la concesión de una licencia de banco para transformar la cooperativa en el Banco Universal, que se dedicará a seguir haciendo lo que viene haciendo hasta ahora, banca al por menor, según manifestó José Luis Chancho, principal impulsor de este cambio, que dejará su actual puesto en la Empresa Nacional de Autopistas.

Eurocapital es la tercera sociedad de servicios financieros que ha depositado en el Banco de España 37,5 millones de pesetas como depósito obligatorio para que se empiece a estudiar la posibilidad de concederle una nueva ficha bancaria. El banco que se quiere crear se llamará Europeo de Finanzas y la totalidad de los recursos propios los desembolsará la sociedad matriz, en la que los profesionales que trabajan en ella controlan una mayoría holgada del capital. El objetivo es ir introduciendo en ese banco todas las funciones que realiza ahora Eurocapital y que se centran sobre todo en la intermediación de renta fija, la asesoría financiera de empresas -cuyas operaciones concretas se ceden posteriormente a otros bancos, al no poder llevarlas a cabo las sociedades financieras-, funciones de inversión de divisas y algunas operaciones en bolsa. Posteriormente, señala Álvaro García Lomas se irá ampliando la base de actuación para realizar actividades al por menor.

Los tres grupos que han pedido un banco han acelerado sus planes a la luz de la relativa rapidez con la que el Banco de España ha contestado positivamente a la petición realizada por un grupo de inversores, encabezados por la familia Argüelles que detentará el 70% del capital, para la creación del Banco Alcalá y que contará con unos recursos propios de 2.000 millones de pesetas, 500 más de los exigidos, aunque es probable que la cifra final esté cerca de los 3.000 millones.

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