España aplicará sanciones políticas a Suráfrica si son ejecutados los 'seis de Shaperville'

España ha decidido aplicar una serie de sanciones políticas a Suráfrica en caso de que Pretoria lleve a cabo la ejecución de los seis de Shaperville, según confirmó ayer a este periódico el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. "La ejecución de estos condenados supondría un paso cualitativamente muy grave del Gobierno surafricano", dijo el ministro, quien subrayó que, por ello, España ha estudiado la imposición de una serie de medidas que no estarían condicionadas, contra lo que ha sido práctica de España hasta ahora, a que se inscriban en una eventual reacción global d...

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España ha decidido aplicar una serie de sanciones políticas a Suráfrica en caso de que Pretoria lleve a cabo la ejecución de los seis de Shaperville, según confirmó ayer a este periódico el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. "La ejecución de estos condenados supondría un paso cualitativamente muy grave del Gobierno surafricano", dijo el ministro, quien subrayó que, por ello, España ha estudiado la imposición de una serie de medidas que no estarían condicionadas, contra lo que ha sido práctica de España hasta ahora, a que se inscriban en una eventual reacción global de la CE. Estas declaraciones coincidieron con la llegada a Madrid del arzobispo y prendo Nobel de la Paz surafricano Desmond Tutu.

Según fuentes diplomáticas occidentales, es posible que las presiones internacionales den lugar a un nuevo aplazamiento de la ejecución de los seis de Sharpeville al término del plazo de un mes -que vence hoy- concedido por las autoridades surafricanas para que los abogados defensores, de los sentenciados presenten nuevas pruebas con vistas a la eventual reapertura del juicio.Pero en caso de que estas esperanzas se vean frustradas, "hay una reacción preparada ya por parte de España", según declaró Fernández Ordóñez al referirse a "una serie de medidas". Estas determinaciones, según medios diplomáticos españoles, incluirían la reducción de efectivos en la Embajada de Suráfrica en Madrid. Al mismo tiempo, se estudiaría la posibilidad de dar reconocimiento oficial al African National Congress, movimiento político y guerrillero surafricano que combate el régirnen de Pretoria, y que, según estas fuentes, podría establecer ima oficina diplomática en Madrid.

Fernández Ordóñez subrayó la "resonancia" que acarrearía a escala inteinnacional la ejecución de los seis de Sharpeville -entre los que figura una mujer- y que han sido condenados a partir del polémico principio de la responsabilidad colectiva: por haber formado parte de un centenar de negros que hace tres años causó la muerte de un concejal también negro durante los disturbios registrados en la localidad surafricana de Sharpeville.

En este sentido, es de esperar asimismo una reacción global de la CE, que hasta ahora ha sido el marco q ue ha configurado la política de presión española contra el apartheid. Sin embargo, Fernández Ordáñez dijo que la "gravedad" del hecho "obligaría a España a actuar de forma unilateral, tanto si la CE toma medidas como si no". Ello supondría la primera actuación de España contra el sistema de segregación racial' surafricano, al margen de las decisiones aprobadas de forma global en el marco comunitario, desde su adhesión a las sanciones comerciales aprobadas en septiembre de 1986.

Decepción de Tutu

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El arzobispo anglicano Desmond Tutu expresó ayer en Madrid su decepción ante el rechazo del presidente surafricano, Pieter Botha, a su reciente petición, por escrito, para que hiciera uso de sus prerrogativas de clemencia para los seis de Sharpeville, y advirtió sobre las nefastas consecuencias que podría tener "una nueva muestra de intransigencia" que supondría su ejecución. El arzobispo advirtió que el ahorcamiento de los seis de Sharpville "supondría más dolor y una nueva incitación a la violencia al pueblo surafricano".

Tutu tambiéncriticó la "insuficiencia" de las medidas de presión adoptadas por la comunidad internacional contra el Gobierno racista, y subrayó la importancia de la política de sanciones económicas: "Sólo hay dos formas de modificar un Gobierno que no cumple con las aspiraciones de su pueblo, la del voto y su derrocamiento por la vía violenta; el primer camino no es posible en Suráfrica, puesto que a la población negra no le está permitido votar y, por ello, nosotros defendemos una tercera vía, la de persuadir a la comunidad internacional de que presione al Gobierno para que se siente a negogiar con la oposición y elimine el apartheid', dijo Tutu.

Menores encarcelados

El premio Nobel de la Paz subrayó el "empeoramiento" de la situación en Suráfrica y recordó a los menores de edad que se hallan actualmente encarcelados, las numerosas detenciones sin juicio y las 2.000 personas que han muerto en las protestas contra el apartheid en su país desde 1984. "No se puede decir que habrá sanciones suficientes contra. Suráfrica mientras persista el apartheid".

Tutu, que se entrevistó ayer con el secretario de la Cooperación, Luis Yáñez -que sustituyó a Fernández Ordáñez por hallarse éste guardando reposo en su casa por enfermedad fue invitado a Madrid para asistir a un programa de televisión. Unas 200 personas -ensu mayoría miembros y simpatizantes del comité antiapartheid- esperaron ayer su llegada ante Torrespaña para intentar entregarle un mensaje de solidaridad por su lucha contra la segregación racial, sin lograr su propósito.

Muchos de ellos expresaron su descontento por el cerco puesto por el personal de televisión a Desmond Tutu.

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