Larry Speakes

El ex portavoz de la Casa Blanca 'dinamita' al matrimonio Reagan

Larry Speakes, portavoz de la Casa Blanca durante seis años, acaba de despacharse con un libro en el que cuenta cómo manipulaba a Ronald Reagan, a quien preparar para una conferencia de prensa, según afirma, era tan trabajoso "como reinventar la rueda". Speakes, que abandonó su cargo de 70.000 dólares al año para ganar 10 veces más como vicepresidente de comunicaciones de la firma Merryl Lynch, de Wall Street, describe a un presidente distraído, incapaz de entender los problemas del desarme, y a Nancy, la primera dama, como a una persona "capaz de apuñalarte por la espalda".

Speakes, de...

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Larry Speakes, portavoz de la Casa Blanca durante seis años, acaba de despacharse con un libro en el que cuenta cómo manipulaba a Ronald Reagan, a quien preparar para una conferencia de prensa, según afirma, era tan trabajoso "como reinventar la rueda". Speakes, que abandonó su cargo de 70.000 dólares al año para ganar 10 veces más como vicepresidente de comunicaciones de la firma Merryl Lynch, de Wall Street, describe a un presidente distraído, incapaz de entender los problemas del desarme, y a Nancy, la primera dama, como a una persona "capaz de apuñalarte por la espalda".

Speakes, de 47 años, es un periodista pillo de Misisipí, con un ego insaciable. Cuenta en su libro, Speaking out -que ha causado un gran revuelo en Washington-, que la reina Sofia le dijo hace un par de años en las Naciones Unidas, en Nueva York, que "tenía muchas ganas de conocerle, no hago más que verle en televisión". Speakes ha sido en gran medida el fabricante de la imagen del presidente, con el que ha pasado casi tantas horas como Nancy. Su afán de notoriedad y de dólares le hacen reconocer sin ningún rubor que se inventó una frase histórica atribuida a Ronald Reagan en la cumbre de Ginebra de 1985, su primer encuentro con Mijail Gorbachov, que nunca pronunció. Preocupado porque el presidente permanecía silencioso más de lo debido, por las continuas declaraciones de paz del líder soviético y por "la apisonadora de la campaña de relaciones públicas y comunicaciones de la URSS", Speakes decidió contraatacar. Informó a la Prensa que mientras los dirigentes de las dos superpotencias estaban en pie al final de una de sus reuniones, Reagan le había dicho a Gorbachov: "Hay mucho que nos divide, pero creo que el mundo respira mejor porque estemos hablando aquí juntos". Miles de periodistas reprodujeron esta declaración.Speakes confirma en su libro que es cierto lo que se dice de "la falta de atención a los detalles" de Reagan, "que no lee muchos periódicos a fondo y siempre empieza por las páginas de los comics". El ex portavoz de la Casa Blanca describe al presidente como un hombre de nula curiosidad, que escucha más que habla y completamente despegado de sus cuatro hijos.

"Éstos casi nunca le llamaban para ver cómo estaba, y él y Nancy, tampoco a ellos. Era muy extraño". La primera dama es objeto de las puyas de Speakes, que dice que, a diferencia de la hija de Reagan, Maureen, que va siempre de frente, Nancy "es más cautelosa, es más probable que te acuchille por la espalda". Cuenta que, como ex actriz, le gusta seguir actuando y llamar la atención.

"Hay una gran diferencia entre el Ronald Reagan público, fácil, amable, simpático, y el Reagan privado, también amable, pero de una forma impersonal. Tiende a ser un solitario, contentándose con pasar la mayor parte del tiempo con su mujer y con nadie más".

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