La Guardia Civil detiene en Barcelona a un presunto miembro de las Brigadas Rojas

Giorgio Frau, presunto miembro de las Brigadas Rojas italianas, fue detenido por la Guardia Civil el pasado 23 de marzo en Castelldefels, población situada a 18 kilómetros de Barcelona.Frau y otra ciudadana italiana, Anna Maria Salvuci, también detenida, son los presuntos autores de un atraco a mano armada en una sucursal del Banco Central en Guissona (Lérida) perpetrado el día 22.

Ambos fueron puestos a disposición judicial el día 24 de marzo, a las 24 horas di su detención. Frau ingresó en la cárcel Modelo de Barcelona, y Salvuci, en la prisión de mujeres de WadRas. Giorgio Frad y su...

Giorgio Frau, presunto miembro de las Brigadas Rojas italianas, fue detenido por la Guardia Civil el pasado 23 de marzo en Castelldefels, población situada a 18 kilómetros de Barcelona.Frau y otra ciudadana italiana, Anna Maria Salvuci, también detenida, son los presuntos autores de un atraco a mano armada en una sucursal del Banco Central en Guissona (Lérida) perpetrado el día 22.

Ambos fueron puestos a disposición judicial el día 24 de marzo, a las 24 horas di su detención. Frau ingresó en la cárcel Modelo de Barcelona, y Salvuci, en la prisión de mujeres de WadRas. Giorgio Frad y su acompañante facilitaron al ser detenidos unos nombres falsos en su filiación. En concreto, dijeron llamarse Roberto Villari y Sara Foschi.

Frau, nacido en Roma el 26 de junio de 1957, estaba reclamado por Interpol desde 1984 como presunto miembro de las Brigadas Rojas, acusado de delitos de robo y tenencia ¡lícita de armas, a instancias de la fiscalía de la capital italiana.

Sobre Anna Maria Salvuci, también de 31 años de edad, no pesa ninguna acusación de pertenecer a las Brigadas Rojas.

En el momento de la detención, la Guardia Civil intervino a Giorgio Frau una pistola Star de 9 milímetros largo con un cargador y 8 cartuchos, otros 93 cartuchos del mismo calibre y 297.000 pesetas con numeración correlativa. Según las investigaciones policiales, ambos detenidos son los presuntos autores de otros cinco o seis atracos, que efectuaban para obtener medios de subsistencia. Entre los atracos que se les imputan figura uno realizado en una sucursal del Banco de Bilbao de Sant Fruitós de Bages (Barcelona), donde se apoderaron supuestamente de un botín de 800.000 pesetas.