Cartas al director

Incómoda ética

Leo en su periódico del 16 del presente el suplemento de enseñanza, acerca del denominado Debate de la reforma. Me interesó y me decepcionó: en él se habla de todo, inclusive de la asignatura de religión, pero nada de la asignatura de ética.Se me ocurren algunas razones. Helas aquí. La ética es aquella reflexión racional que se ejerce, desde la autónoma y madura individualidad personal, sobre los modos y modas de vida, los hábitos inconscientes, la tradición heredada, los mitos y ritos y, claro, las religiones (así, en plural). Con esa definición es lógico pensar que la ética, co...

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Leo en su periódico del 16 del presente el suplemento de enseñanza, acerca del denominado Debate de la reforma. Me interesó y me decepcionó: en él se habla de todo, inclusive de la asignatura de religión, pero nada de la asignatura de ética.Se me ocurren algunas razones. Helas aquí. La ética es aquella reflexión racional que se ejerce, desde la autónoma y madura individualidad personal, sobre los modos y modas de vida, los hábitos inconscientes, la tradición heredada, los mitos y ritos y, claro, las religiones (así, en plural). Con esa definición es lógico pensar que la ética, como asignatura, sea incómoda.

Es incómoda porque la buena ética termina siendo ética política, y su objeto no se vuelca en lo sobrenatural, sino especialmente en el control de la voluntad de poder y su moderna y racional concreción: la política. ¿A qué Iglesia, sea la que sea, como poder organizado y bien dotado de dogmas y ritos inveterados, le es cómoda la ética? Suele preferir teologías y consejos paternalistas, cuando no la santa vía inquisitorial. Es incómoda para los padres de los alumnos, que suelen preferir un hijo encarrilado, como ellos, que-no-se-meta-en-problemas.

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Es incómoda para un alumnado condicionado por el memorismo, la EGB religiosa, la irreflexión total y la final tecnologización vía vídeo, informática o consumistica. Es incómoda para los mismos profesores, que, cuando no viejos creyentes en dogmas paulinos (con todo el respeto que se merezcan), suelen y solemos ser escasos conocedores del arriesgado arte socrático, de esa razón crítica que no posee dogmas ni axiomas, ni teclado o videocasete al que recurrir.

Finalmente, parece que también para el antaño partido de Besteiro (catedrático de ética) la ética es incómoda. Revolución copernicana, pues, la de la reforma de la enseñanza media, que, al parecer, terminará, como siempre, en un agujero negro.-

Profesor agregado de filosofía en el instituto estatal de enseñanza media Barrio del Pilar.Madrid.

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