Tribuna:

El papel insiste en no presionar

Las bolsas han conseguido darle un giro positivo al ambiente, pero sin variar en absoluto el fondo, lo que mantiene todas las incógnitas que impiden al dinero tomar posiciones y al papel salir abiertamente a los corros. El volumen contratado en esta última jornada tiene a su favor el partir del mínimo anual conseguido el miércoles, aunque nadie espera que se aleje demasiado de esas cifras. Los componentes básicos de este mercado siguen siendo un papel que no quiere influir en los precios y un dinero que, por su escasez, tampoco tiene fuerza para variar la trayectoria de las cotizaciones.En est...

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Las bolsas han conseguido darle un giro positivo al ambiente, pero sin variar en absoluto el fondo, lo que mantiene todas las incógnitas que impiden al dinero tomar posiciones y al papel salir abiertamente a los corros. El volumen contratado en esta última jornada tiene a su favor el partir del mínimo anual conseguido el miércoles, aunque nadie espera que se aleje demasiado de esas cifras. Los componentes básicos de este mercado siguen siendo un papel que no quiere influir en los precios y un dinero que, por su escasez, tampoco tiene fuerza para variar la trayectoria de las cotizaciones.En esta sesión ha primado el esfuerzo de los vendedores, hasta el punto de que han dejado el terreno libre a unos compradores que arriesgaban una pequeña parte de su dinero en una clara apuesta por la posibilidad de que la subida de Wall Street y la próxima publicación de las cifras del déficit comercial norteamericano animen al mercado.

El cuidado que se está poniendo en no estropear el mercado es, para muchos inversores, una demostración de la existencia de un peligro latente que se está intentando ocultar. Pero el mercado es soberano y la escasez de papel en los corros puede tener otras muchas lecturas, entre ellas la de la indecisión de los inversores sobre el momento más adecuado para colocar su dinero.

Todos los sectores consiguieron mejorar sus posiciones, a excepción del de varios, lo que le da a la sesión todo el ambiente de una reacción técnica al alza, siempre y cuando no se tenga en cuenta el volumen negociado. La subida de Wall Street, los rumores sobre el déficit comercial norteamericano y, más cerca, el temor a que el IPC de enero sea bastante preocupante, son las variables que manejan los habituales del parqué para llegar a unos resultados que el cierre trataba de mantener en activo.

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