Banesto, repartirá un dividendo de 150 pesetas por acción, frente a las 126 del ejercicio de 1986

La junta general extraordinaria de accionistas del Banco Español de Crédito, celebrada ayer y convocada por los nuevos responsables de la entidad para explicar su postura negativa ante la fallida oferta pública de adquisición de acciones (OPA) del Banco de Bilbao y los profundos cambios introducidos en el Consejo de Administración del Banesto, fue, como viene siendo tradicional, un plebiscito para los nuevos ejecutivos de la entidad. El presidente del Banesto, Mario Conde, anunció su intención de repartir un dividendo de 150 pesetas por acción. La junta aceptó modificar los estatutos facultand...

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La junta general extraordinaria de accionistas del Banco Español de Crédito, celebrada ayer y convocada por los nuevos responsables de la entidad para explicar su postura negativa ante la fallida oferta pública de adquisición de acciones (OPA) del Banco de Bilbao y los profundos cambios introducidos en el Consejo de Administración del Banesto, fue, como viene siendo tradicional, un plebiscito para los nuevos ejecutivos de la entidad. El presidente del Banesto, Mario Conde, anunció su intención de repartir un dividendo de 150 pesetas por acción. La junta aceptó modificar los estatutos facultando al consejo a realizar ampliaciones de capital y emitir bonos en la cuantía que considere necesario en los próximos cinco años.

La junta extraordinaria de accionistas del Banesto fue convocada cuando aún estaban encendidas las hogueras de la OPA del Bilbao sobre las acciones del Banesto y los responsables de esta última entidad consideraron necesario mantener su realización "porque se debía una explicación a los accionistas y por los profundos cambios registrados en el consejo de administración de la entidad, según declaró el presidente del Banesto en su intervención ante la junta de accionistas.Mario Conde centró en estos dos puntos el eje de sus palabras manifestando que en todo momento los responsables del Banesto habían querido negociar con el Bilbao una probable fusión, siempre y cuando .se variara el clima negociador existente" -retirando el Bilbao la amenaza de la OPA, se hiciera en un plano de igualdad y no existiera un plazo perentorio de tiempo para llevar a cabo dicha fusión-, y siempre y cuando se estableciera una valoración justa, y no sometida a la cotización en un día determinado en las bolsas españolas.

El nuevo presidente del Banesto explicó en líneas muy generales y poco concretas -"una vez retirada la OPA por parte del Bilbao, no parece que tenga especial relevancia que expliquemos por qué consideramos que no favorecía a los accionistas"- la batalla que se mantuvo desde el 19 del pasado mes de noviembre hasta que el Bilbao retiró su OPA.

Algo similar ocurrió con los cambios introducidos en el consejo de administración, con la salida de buena parte de los antiguos responsables del Banesto y la entrada de nuevos consejeros, "cuya posible vinculación con el partido en el Gobierno es cuestión de ellos mismos y lo único que importa es su valía profesional y su vinculación -que me consta- con el proceso de modernización del Banesto", señaló Mario Conde.

El necesario proceso de modernización que debe iniciar el Banesto fue enunciado muy ligeramente por el presidente de la entidad -"entenderán que no descienda a grandes concreciones porque entre los accionistas puede haber quien trabaje en otros bancos y nos copien"- señalando que se seguirá practicando el modelo de banca universal seguido hasta ahora, definiendo cuáles son los sectores industriales en los que conviene estar presentes y en cuáles no, y descentralizando y regionalizando parte de la gestión diaria para poder acercar el banco a los clientes.

Servicio público

La última parte de su intervención estuvo dedicada a señalar el carácter público, a pesar de ser una empresa privada, que tienen los bancos y, por tanto, la necesidad de ayudar a cumplir la política monetaria diseñada por el Gobierno", y a apuntar los datos provisionales de cierre del ejercicio del banco y del conjunto del grupo. Mario Conde anunció que su intención es repartir un dividendo de 150 pesetas brutas por acción, frente a las 126 pesetas que se repartieron en los dos ejercicios anteriores, como consecuencia de haber logrado unos beneficios antes de impuestos superiores a los 30.000 millones de pesetas después de haber destinado 61.522 millones de pesetas a provisiones y amortizaciones. Los recursos generados por el Banesto como entidad se acercaron a los 92.000 millones de pesetas, de los que algo menos de 25.000 millones de pesetas han procedido de ventas de acciones y participaciones en empresas, frente a los casi 30.000 millones del ejercicio anterior. El grupo Banesto obtuvo unos recursos de unos 106.000 millones de pesetas, de los que 70.000 millones se van a destinar a provisiones y amortizaciones, y el resto, unos 36.000 millones, se destinará a reservas, pago de impuestos y dividendo a los accionistas.

La carrera por conseguir la mayor representacion,posible

La fallida OPA del Banco de Bilbao sobre las acciones del Banesto, unida a las entradas de nuevos accionistas -en buena parte, de los grandes bancos nacionales-, ha provocado cambios significativos a todos los niveles a la hora de la consideración de los poseedo res de acciones por parte de los consejos de administración.

Las juntas de accionistas, que en los últimos años habían servido únicamente para refrendar las decisiones tomadas con anterioridad por el consejo, son ahora un foro relativamen te importante para adoptar decisiones de trascendencia importante para la marcha futura de las entidades, y por ello se necesita la presencia de la mayor parte de los accionistas.

Los responsables de los consejos de administración han madrugado este año y se han esforzado mucho más que en ejercicios anteriores a la hora de conseguir las delegaciones de las acciones de los pequeños accionistas, que hasta ahora eran poco menos que ignoradas. Mario Conde, en un tono distendido, pidió perdón por la ausencia de la tradicional caja de bombones con que se obsequia a los accionistas presentes en la junta del Banesto, y otras entidades ofrecen regalos, de valor creciente en función del número de acciones, por conseguir la delegación de voto para el consejo de administración. Es el chocolate delloro, pero no deja de ser significativo del temor que se tiene a posibles grupos de accionistas que pudieran contestar a la gestión o tratar de presentar alternativas a la misma.

Se trata en todos los casos de conseguir el mayor volumen de accionistas y de capital, presente o representado, en las juntas de accionistas en las que se pretende que se aprueben autorizaciones a los consejos para ampliar capital y recursos propios en la proporción que el consejo considere necesario, o que se autoricen modificaciones sustanciales en los estatutos a la hora de establecer los porcentajes necesarios para llegar a tomar decisiones de importancia estratégica, como pueden ser aprobaciones de fusión o absorción entre entidades. El Banesto consiguió en la junta general extraordinaria celebrada ayer la mayor presencia de accionistas registrada en los últimos años, bastante por encima de la que se contabilizó el pasado ejercicio, cuando Pablo Garnica, entonces presidente, tuvo que explicar el alcance de la crisis por la que atravesaba el banco.

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