El papel se mantiene a la espera
La fuerte subida que han registrado los mercados de valores tiene como base la ausencia de partidas vendedoras, además del mejor ambiente que se ha respirado en los mercados internacionales gracias a los apoyos que está recibiendo el dólar. Esta dependencia de las noticias externas indica la absoluta falta de criterio de los inversores españoles ante un año que se presenta bastante complicado. Las oscilaciones de la divisa norteamericana y las reacciones de otras bolsas son una justificación tan buena como cualquier otra para mejorar los precios y en esta ocasión el papel no ha sido un obstácu...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La fuerte subida que han registrado los mercados de valores tiene como base la ausencia de partidas vendedoras, además del mejor ambiente que se ha respirado en los mercados internacionales gracias a los apoyos que está recibiendo el dólar. Esta dependencia de las noticias externas indica la absoluta falta de criterio de los inversores españoles ante un año que se presenta bastante complicado. Las oscilaciones de la divisa norteamericana y las reacciones de otras bolsas son una justificación tan buena como cualquier otra para mejorar los precios y en esta ocasión el papel no ha sido un obstáculo importante.La jornada se iniciaba con un dato positivo: la demanda de unos cuantos valores a lo largo de la tarde anterior, incluso mejorando el precio de cierre de ese día. Parte de ese dinero buscaba títulos de Telefónica, valor que se disparó ayer y colaboró de forma importante en el avance del índice. Todos los corros mantuvieron comportamientos similares, llegándose en algunos de ellos a calcular previamente el cambio resultante de añadir una subida del 20%. En pocas ocasiones se llegó a ese límite, y siempre fue en los sectores industriales, más propensos a dejarse llevar por las emociones de la inversión a corto plazo.
El sector bancario llegó a tiempo de participar del mejor ambiente de la jornada, pues los resultados de la Bolsa de Tokio se conocían antes de iniciarse el primer corro. Los ocho grandes pudieron avanzar, o mejorar sus cotizaciones, sin problemas de ningún tipo, aunque el mercado cubrió las mayor parte de los restos compradores tras anunciarse los resultados de las operaciones por caja.
La posiciones al cierre mostraban la presencia de algún papel en torno a muchos de los valores que más habían subido, aunque esta situación no estaba generalizada. El desconcierto ante esta fuerte subida era la nota destacada al final de la sesión.