Un biólogo español, retenido 21 días en Uganda acusado de espía

El biólogo barcelonés Jord: Raich Curcó, de 24 años, permaneció retenido tres semanas en Uganda bajo la sospecha de ser un espía al servicio de Estados Unidos, según aseguró personalmente a EL PAÍS. El incidente se produjo el pasado 24 de noviembre, cuando Jordi Raich fue detenido e interrogado por el Ejército en una localidad próxima al lago Victoria. Raich había viajado al centro de África para elaborar un estudio sobre las aves de la zona.El biólogo español fue obligado a embarcarse en una lancha rápida, conducida por militares, Posteriormente, fue trasladado a un campamento militar, dond...

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El biólogo barcelonés Jord: Raich Curcó, de 24 años, permaneció retenido tres semanas en Uganda bajo la sospecha de ser un espía al servicio de Estados Unidos, según aseguró personalmente a EL PAÍS. El incidente se produjo el pasado 24 de noviembre, cuando Jordi Raich fue detenido e interrogado por el Ejército en una localidad próxima al lago Victoria. Raich había viajado al centro de África para elaborar un estudio sobre las aves de la zona.El biólogo español fue obligado a embarcarse en una lancha rápida, conducida por militares, Posteriormente, fue trasladado a un campamento militar, donde fue interrogado. Tras los interrogatorios, quedó en libertad. La retención de Raich se produjo en una zona en la que se han registrado recientemente incidentes fronterizos entre las tropas de Uganda y Tanzania.

Jordi Raich fue retenido nuevamente e interrogado por los militares pocos días más tarde, cuando se encontraba ya en las islas Sese. En esta ocasión se le retiró el pasaporte y se le sometió a una vigilancia constante durante dos semanas, tiempo que se vio obligado a permanecer en las islas Sese. Aunque Raich tenía libertad de moverse por las islas, iba siempre acompañado por una custodia militar.

Durante este tiempo en que permaneció aislado en las islas Sese le faltaron comida y dinero, pero pudo sobrevivir gracias a la generosidad de los nativos que le proporcionaban a diario alimentos, dejándolos anónimamente frente a su tienda.

Cuando llevaba dos semanas en Sese, un destacamento militar trasladó a Raich a la capital, Kampala, donde fue interrogado por el departamento de la policía política militar.

Después de permanecer durante tres días en un calabozo, las autoridades militares ugandesas le devolvieron sus credenciales, anunciándole que no tendría ningún problema en continuar su viaje. A raíz de esta detención, perdió el avión de regreso a España.

Jordi Raich llegó ayer a Barcelona y anunció su intención de denunciar los hechos ante los organismos oficiales españoles.

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