Cartas al director

Derecho del ciudadano

Yo, Javier Mestre Marcotegui, adulto de 20 años, socialmente considerado joven, que no penalmente, quiero exigir al Estado y a toda la sociedad los siguientes derechos en respuesta al artículo de Juan José Casas Nombela, ínclito asesor ministerial, publicado en su diario el jueves 10 de diciembre:

1. Derecho a autosuministrarme todas las sustancias que a mí me dé la gana, sean sidudables o cancerígenas, sean derivados de la leche, del petróleo o del cannabis.



2
. Derecho a automutilarme y a suicidarme, ya sea cortándome las venas, tirándome de u...

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Yo, Javier Mestre Marcotegui, adulto de 20 años, socialmente considerado joven, que no penalmente, quiero exigir al Estado y a toda la sociedad los siguientes derechos en respuesta al artículo de Juan José Casas Nombela, ínclito asesor ministerial, publicado en su diario el jueves 10 de diciembre:

1. Derecho a autosuministrarme todas las sustancias que a mí me dé la gana, sean sidudables o cancerígenas, sean derivados de la leche, del petróleo o del cannabis.

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2. Derecho a automutilarme y a suicidarme, ya sea cortándome las venas, tirándome de un quinto piso, bebiéndome 10 litros de cazalla o inyectándome una sobredosis de heroína. Todo intento por parte del Estado de imponerme una conducta hacia mi cuerpo es tan fascista como fusilarme por pensar esto o aquello.

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3. Derecho a recibir la ayuda del Estado tanto si enfermo por comer demasiado queso, por estrellarme con mi bicicleta, como por consumir heroína en exceso.

4. Derecho a recibir garantías del Estado sobre el precio y la calidad de los productos que consumo, independientemente de que se trate de turrón, leche pasteurizada, agua mineral, vino tinto o cocaína.

5. Derecho a tomar mis propias decisiones. Soy mayor de edad y renuncio a toda protección del Estado que no se atenga a los siguientes puntos: a) Derecho a ganarme la vida. b) Derecho a una educación digna y permanente. c) Protección de mi integridad física contra las agresiones externas que yo no deseo recibir, así como de todas mis libertades y los cuatro puntos anteriores.

Espero que con esto tengan ustedes, Estado y sociedad, suficiente trabajo de momento como para andar reprimiéndome gratuitamente.-

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