Cartas al director

Lo que el viento se llevó de Radio 3

Hace tiempo, y por casualidad, comencé a escuchar, la emisora de Radio 3 en FM. Desde el primer momento me enganchó con sus diversos programas de corte progresista, sincero, directo... (recuerdo programas como Tierra de nadie y otros). De repente estalla el conflicto y los mismos presentadores de los distintos espacios nos informan de la reestructuración que se va a efectuar en los informativos y del cambio de distintos espacios (los oídos llegan a captar la tensión solapada que se mastica en el ambiente).Hoy por hoy, Radio 3 ya no es lo que era. De 10.30 a 14.00, más o menos, me...

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Hace tiempo, y por casualidad, comencé a escuchar, la emisora de Radio 3 en FM. Desde el primer momento me enganchó con sus diversos programas de corte progresista, sincero, directo... (recuerdo programas como Tierra de nadie y otros). De repente estalla el conflicto y los mismos presentadores de los distintos espacios nos informan de la reestructuración que se va a efectuar en los informativos y del cambio de distintos espacios (los oídos llegan a captar la tensión solapada que se mastica en el ambiente).Hoy por hoy, Radio 3 ya no es lo que era. De 10.30 a 14.00, más o menos, me marcho a otra emisora evitando escuchar la programación de la misma. Sirva de ejemplo el denominado Caravana de hormigas, donde nos informan de las fiestas que celebra la hija de la duquesa de tal, o del hondo pesar que sienten en dicho programa por la eminente desaparición de los escenarios de la tonadillera de turno, para lo cual, en audaz alarde, llegan hasta a llamar por teléfono y a antena abierta al alcalde del pueblo natal de la misma para informarse de la posible repercusión social que este desgraciado acontecimiento pudiera suponer.

Radio 3 ya no es mi radio. No señor. Me sugería mucha más emoción, aunque en este caso de rabia, conocer los problemas feudales que padecen los jornaleros de la provincia de Almería en sus inmensos invernaderos (sobre este tema se confeccionó un programa en los buenos tiempos) o la persecución a la que se encuentra sometido un delegado sindical, abogado para más señas, de una prestigiosa hamburguesería americana, que nos comentaba, entre otras cosas, cómo los trozos de carne que se ofrecen al público llegan congelados al establecimiento, sin que los mismos empleados ni el comité de empresa tengan información sobre su procedencia o composición.

En fin, tan sólo quiero enviar un cariñoso saludo a todos los buenos profesionales que han desaparecido de la faz de Radio 3. Quizá algún día os encuentre de nuevo por casualidad en otra emisora y os seguiré escuchando, porque en esto como en todo lo que vale es el fondo humano y la calidad, sin menospreciar la profesionafidad, y es posible que, aunque madre no hay más que una, emisoras de radio sí que las haya... ¿verdad?-

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