Pérdida para la Iglesia

Aunque últimamente no consigo que ustedes consideren de interés ninguna de mis cartas, pruebo suerte otra vez.Leyendo estos días la destitución del director del semanario Vida Nueva, Pedro Miguel Lamet, del que su diario se ha hecho eco, me vienen a la pluma las palabras del cardenal Hume en el sínodo de 1980, y que por lo visto, o el nuncio o los conservadores de los prelados españoles no han meditado. Decía así el cardenal, hablando de los modelos de Iglesia: una Iglesia-fortín muy elevada, a la que no llegar., voces del exterior, desde la que: todos cuantos se acercan a ella. ...

Aunque últimamente no consigo que ustedes consideren de interés ninguna de mis cartas, pruebo suerte otra vez.Leyendo estos días la destitución del director del semanario Vida Nueva, Pedro Miguel Lamet, del que su diario se ha hecho eco, me vienen a la pluma las palabras del cardenal Hume en el sínodo de 1980, y que por lo visto, o el nuncio o los conservadores de los prelados españoles no han meditado. Decía así el cardenal, hablando de los modelos de Iglesia: una Iglesia-fortín muy elevada, a la que no llegar., voces del exterior, desde la que: todos cuantos se acercan a ella. parecen enemigos que hay que: combatir y destruir, en la que no hay lugar para hacerse preguntas, sino únicamente una obediencia condicional hasta la muerte. ¿No será que hay un sector, por lo visto influyente, que no quiere que haya una revista libre, crítica y de actualidad informativa, y desean que esté al pairo de los aires ultramontanos y con la libertad amordazada ? Para hablar de derechos humanos y demás pamplinas al uso hay que empezar por uno mismo. El amor a la Iglesia no significa ingenuidad ni pueril obediencia, sino razonamiento crítico y aceptación de otras instancias que ayuden a encontrar la verdad entre todos. En fin, una lástima y una pérdida importante para la revista y para la Iglesia española. A ver que nos deparan las próximas decisiones de aquellos que, tras los biombos, miran con lupa la más mínima noticia que no lleve un botafumeiro echando incienso hacia la cúspide.-