Motín en la prisión madrileña de Yeserías por la muerte del hijo de una reclusa

Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía sofocaron ayer un motín provocado por la muerte accidental de un niño de cuatro meses en la cárcel de mujeres del paseo de Yeserías, hijo de una reclusa. Las compañeras de la madre del fallecido se negaron a entrar a sus celdas e iniciaron una protesta por la falta de atención sanitaria en el centro.

El niño murió cerca del mediodía en la celda que ocupa su madre, probablemente asfixiado entre las ropas de la cuna, según fuentes penitenciarias citadas por la agencia Efe. Las compañeras de la citada interna, cuya identidad no fue facilitada por la...

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Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía sofocaron ayer un motín provocado por la muerte accidental de un niño de cuatro meses en la cárcel de mujeres del paseo de Yeserías, hijo de una reclusa. Las compañeras de la madre del fallecido se negaron a entrar a sus celdas e iniciaron una protesta por la falta de atención sanitaria en el centro.

El niño murió cerca del mediodía en la celda que ocupa su madre, probablemente asfixiado entre las ropas de la cuna, según fuentes penitenciarias citadas por la agencia Efe. Las compañeras de la citada interna, cuya identidad no fue facilitada por la prisión, se negaron a volver a sus celdas a primera hora de la tarde.Las reclusas, que justificaron su actitud por la falta de asistencia sanitaria en la cárcel, llegaron a quemar enseres y colchones. Los incidentes se recrudecieron a las seis de tarde, cuando un grupo de internas comenzó a gritar: '¡Fuego, fuego!", lo que causó cierta alarma entre los vecinos de las viviendas próximas a la prisión. Al mismo tiempo, el 091 recibía una llamada comunicando la existencia de un incendio en la prisión.

Varios furgones de la policía, un coche de bomberos y dos ambulancias acudieron entonces a la cárcel en previsión de posibles incidentes. Mientras tanto, según el testimonio de varios vecinos, las internas siguieron armando un ruido incesante.

Las dotaciones policiales se incremenatron posteriormente. La jefatura Superior de Madrid indizó que las reclusas entraron en sus celdas sin que fuera necesaria la intervención de las fuerzas antidisturbios. Sin embargo, varios policías que penetraron en la prisión confirmaron que algunas reclusas les recibieron lanzando piedras y que las instalaciones presentaban numerosos desperfectos.

Fuentes próximas al centro penitenciario señalaron que la policía hizo explotar bombas de huno para obligar a las reclusas a que volvieran a sus celdas. La prisión volvió a la normalidad pasadas las diez de la noche.

El subdirector de Instituciones Penitenciarias, Ángel Lara declaró a Efe que existe un servicio médico en la prisión entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche. Según Lara, una asistente sanitaria de guardia intervino para intentar salvar al niño fallecido, pero no pudo hacer nada para evitar su muerte.

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La prisión de Yeserías cuenta con una población reclusa de unas 300 mujeres, acompañadas de unos 20 hijos de reclusas, todos ellos menores de seis años. Los responsables de la cárcel se negaron ayer a facilitar información sobre lo ocurrido.

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