Tribuna:

Otra vez al borde del colapso

Los pronósticos se cumplieron fatalmente en esta jornada que cierra una difícil semana, y Madrid perdió 9,23 puntos, Barcelona 13,11, Bilbao 10,87 y Valencia 6,93. La nueva corriente vendedora se inició ya en la tarde anterior, al conocerse las bajas que estaban acusando los mercados europeos, en concreto Londres. Los acontecimientos del Golfo Pérsico han vuelto a asustar a los inversores, que han pasado una mala noche a la espera de los datos del mercado japonés. Una nueva baja de más de 1.200 puntos fue más que suficiente para que los inversores españoles no quisieran esperar dos largos días...

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Los pronósticos se cumplieron fatalmente en esta jornada que cierra una difícil semana, y Madrid perdió 9,23 puntos, Barcelona 13,11, Bilbao 10,87 y Valencia 6,93. La nueva corriente vendedora se inició ya en la tarde anterior, al conocerse las bajas que estaban acusando los mercados europeos, en concreto Londres. Los acontecimientos del Golfo Pérsico han vuelto a asustar a los inversores, que han pasado una mala noche a la espera de los datos del mercado japonés. Una nueva baja de más de 1.200 puntos fue más que suficiente para que los inversores españoles no quisieran esperar dos largos días con muchos títulos en su cartera.Pese a la importancia de la corriente vendedora, ésta no alcanzó la magnitud del martes pasado y se casaron numerosas operaciones, pero la mayoría de ellas con bajas importantes. También fue elevado el número de valores que no pudo cotizar al quedar colapsado su corro, debido a que el dinero no consideraba suficientes las bajas propuestas, siempre dentro del límite del 10%.

Los valores eléctricos no tuvieron más problemas para contratar que los lógicos de una jornada negativa, superando algunos de ellos en su caída el 5%. También los derechos de suscripción acusaron la falta de dinero y continuaron con el baile iniciado días atrás, lo que está proporcionando algunos beneficios cuantiosos.

En los sectores industriales se dejó sentir con más fuerza la estrechez del mercado, lo que produjo las bajas más acusadas y el mayor número de posiciones de papel sin llegarse a operar. La situación al cierre estaba marcada por la preocupación ante el futuro inmediato, pues el mercado se está dejando dominar por una serie de acontecimientos que es incapaz de controlar o prever. Las llamadas a la calma han chocado de frente con la realidad.

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