Cartas al director

Jugadas de Karpov

Estando en sus comienzos el match Kasparov-Karpov por el Campeonato del Mundo de ajedrez, creo oportuno recalcar la absoluta parcialidad que muestra su diario a favor del actual campeón, Gary Kasparov, en un contexto exclusivamente deportivo como es el del ajedrez. No me refiero únicamente a los retratos personales de El País Semanal del domingo 11 de octubre, donde Kasparov aparece simpático, abierto, honrado, extravertido, y su rival, un hombre introvertido, conspirador y amigo de Campomanes (presidente de la FIDE), un oscuro representante de la política soviética pre-Gorbachov...

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Estando en sus comienzos el match Kasparov-Karpov por el Campeonato del Mundo de ajedrez, creo oportuno recalcar la absoluta parcialidad que muestra su diario a favor del actual campeón, Gary Kasparov, en un contexto exclusivamente deportivo como es el del ajedrez. No me refiero únicamente a los retratos personales de El País Semanal del domingo 11 de octubre, donde Kasparov aparece simpático, abierto, honrado, extravertido, y su rival, un hombre introvertido, conspirador y amigo de Campomanes (presidente de la FIDE), un oscuro representante de la política soviética pre-Gorbachov. Me limitaré a destacar el que esta arbitrariedad haya influido en los comentarios deportivos sobre la segunda partida del match, donde el subtítulo del artículo induce a creer que el campeón perdió por tiempo, y pone de relieve algo que carece de importancia. Por si fuera poco, en los dos artículos (15-10-87 y 16-10-87) se llega a insinuar que Karpov debió, por alguna razón moral, advertir al campeón del mundo que tenía que parar el reloj después de su jugada. La frase "Karpov no dijo nada y Kasparov perdió la partida" pone en evidencia la parcialidad del autor: Kasparov no perdió por tiempo, sino que abandonó ante el mate inevitable en la jugada 31, y Karpov no tenía nada que decir: cada jugador es responsable de su tiempo y más el actual campeón del mundo. Añadiré que como jugador me intereso exclusivamente por la lucha deportiva en el tablero: otras consideraciones de carácter subjetivo están fuera de lugar en artículos mínimamente profesionales. Considero indignante la falta de objetividad de su diario en esta confrontación.-

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