Cartas al director

Terror en Torrejón

Por medio de esta carta quiero proponer al Gobierno, o a quien corresponda, que las brillantes acciones que se están llevando a cabo contra el terrorismo se amplíen a otro tipo de ataques que diariamente sufren los habitantes de Torrejón de Ardoz, ataques que yo no dudo en calificar de terroristas, aunque debo reconocer que hasta ahora han sido incruentos.En efecto, prácticamente a diario y a cualquier hora (cuanto más intempestivas mejores resultados se consiguen), los aviones de las fuerzas aéreas norteamericanas y españolas, indistintamente, realizan prácticas para aterrorizar a los ciudada...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Por medio de esta carta quiero proponer al Gobierno, o a quien corresponda, que las brillantes acciones que se están llevando a cabo contra el terrorismo se amplíen a otro tipo de ataques que diariamente sufren los habitantes de Torrejón de Ardoz, ataques que yo no dudo en calificar de terroristas, aunque debo reconocer que hasta ahora han sido incruentos.En efecto, prácticamente a diario y a cualquier hora (cuanto más intempestivas mejores resultados se consiguen), los aviones de las fuerzas aéreas norteamericanas y españolas, indistintamente, realizan prácticas para aterrorizar a los ciudadanos (¿o mejor debo decir súbditos?) de esta villa. Dichas prácticas consisten principalmente en despegues y vuelos rasantes a plena potencia sobre la población civil indefensa y desprevenida, así como acrobacias aéreas en zonas muy próximas a la población (a menos de un kilómetro) o algún vuelo nocturno sin luces de posición. No sé si a alguien le puede parecer que exagero, pero para comprobarlo no es necesario utilizar sofisticados y costosos aparatos. Lo único que se necesita es aguante para pasar una temporada en Torrejón de Ardoz.

De momento sus acciones se limitan a estas maniobras y no han pasado a otros grados, como podrían ser bombardeos accidentales con bombas de entrenamiento, como creo que sucedió en el barrio madrileño de Moratalaz no hace mucho tiempo. Eso sí, a veces ha habido accidentes tales como la caída de un trozo de avioneta en el patio de un colegio hace pocos años, o hace bastante más tiempo la caída de un reactor sobre lo que hoy es la urbanización Los Berrocales, a unos tres kilómetros de la villa, o la caída y total destrucción de un B52 por donde ahora discurre la autopista Madrid-Barcelona, a un kilómetro de la villa.

Creo que con más de 30 años de agresiones hispano-norteamericanas hay datos más que suficientes para estudiar los efectos de estos ataques sobre las personas. Por tanto, espero que alguien acabe con estas bárbaras prácticas antes de que ocurra algún desgraciado accidente sobre los habitantes de Torrejón de Ardoz-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En