La socialdemocracia sueca reafirma la defensa de las conquistas sociales

El Partido Socialdemócrata Sueco reafirma en su 30º Congreso, que se celebra en estos días, los planteamientos de su política tanto en el orden interno como en el internacional. Las previsiones de los observadores respecto a una desaceleración de la política socialdemócrata no se cumplieron. A través de las intervenciones de los representantes más influyentes del partido, así como en la discusión de más de 800 mociones, quedó claro que ni el programa de seguridad social ni la neutralidad serán objeto de modificaciones que puedan significar un retroceso.

Tras las posiciones actuales ...

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El Partido Socialdemócrata Sueco reafirma en su 30º Congreso, que se celebra en estos días, los planteamientos de su política tanto en el orden interno como en el internacional. Las previsiones de los observadores respecto a una desaceleración de la política socialdemócrata no se cumplieron. A través de las intervenciones de los representantes más influyentes del partido, así como en la discusión de más de 800 mociones, quedó claro que ni el programa de seguridad social ni la neutralidad serán objeto de modificaciones que puedan significar un retroceso.

Tras las posiciones actuales subyace, sin duda, la fase de crecimiento económico que ha experimentado el país desde que los socialdemócratas recuperaran el gobierno en 1982, y que se mantendrá, de acuerdo a las previsiones, por lo menos hasta la mitad del año próximo. A partir de entonces podría comenzar una desaceleración que repercutiría en un crecimiento económico más débil para 1989.En su discurso inaugural, el primer ministro, Ingvar Carlsson, enumeró entre otros logros un índice de paro inferior al 2%, una inflación de entre el 4% y el 5% (la más baja desde los años sesenta), un aumento del 50% en las inversiones industriales y una disminución del déficit fiscal desde 90.000 millones de coronas (1,7 billones de pesetas) a 20.000 millones en la actualidad.

Estos índices, según el primer ministro y otros portavoces del partido, son la confirmación de que la política económica aplicada ha funcionado bien tanto en los malos como en los buenos tiempos.

Un país que tiene una economía estable y la mayoría de su fuerza activa de trabajo ocupada, tiene también derecho a un generoso sistema de seguridad social, dijo el primer ministro.

Carlsson fue categórico al rechazar las críticas al crecimiento del sector público, en cuyo mantenimiento, aseguró, el Gobierno pondrá todo su empeño porque es garantía de una extensión del bienestar tanto como de una efectiva democracia. Anunció un aumento de las inversiones en educación, salud y atención de la familia, y, dentro de ésta, a los ancianos, cuyo número aumenta fuertemente en Suecia.

El primer ministro descartó, por último, que se proyectaran cambios sustanciales en el sistema impositivo, que debe volverse más simple y más justo, dijo, pero de ninguna manera disminuirlo a costa de que disminuyan las conquistas del Estado de bienestar.

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Por otra parte, el congreso aprobó la adopción de normas estrictas que regulen las exportaciones de armas, con objeto de evitar escándalos de contrabando como el que ha afectado a la empresa Bofors.

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