Cartas al director

Popper y el bipartidismo

En carta al director, José Luis González Quirós no ve novedad en el artículo de Karl Popper publicado por EL PAIS (8 de agosto) y cree que su criterio sobre la democracia no ha variado desde 1943. Ya desde el propio título de mi comentario (La democracia bipartidista de K. Popper. 25 de agosto) señalé lo que me sigue pareciendo una sorprendente novedad en su teoría de la democracia: la defensa explícita del bipartidismo; en sus propias palabras, "una forma que posibilite el sistema bipartidista es la forma mejor de la democracia". La sorpresa procede de que Popper ha puesto siempre el é...

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En carta al director, José Luis González Quirós no ve novedad en el artículo de Karl Popper publicado por EL PAIS (8 de agosto) y cree que su criterio sobre la democracia no ha variado desde 1943. Ya desde el propio título de mi comentario (La democracia bipartidista de K. Popper. 25 de agosto) señalé lo que me sigue pareciendo una sorprendente novedad en su teoría de la democracia: la defensa explícita del bipartidismo; en sus propias palabras, "una forma que posibilite el sistema bipartidista es la forma mejor de la democracia". La sorpresa procede de que Popper ha puesto siempre el énfasis en el peligro de que un gobierno elegido democráticamente pueda gobernar tiránicamente y en la consiguiente necesidad de control y limitación del poder, objetivos que no me parece que sean favorecidos por la reducción del número de partidos. González Quirós ha encontrado en una nota de La sociedad abierta y sus enemigos una alusión marginal y más bien confusa a "cierto tipo de voto mayoritario", inserta en una enumeración de los mecanismos políticos para evitar un gobierno tiránico, en la que no se hace referencia al bipartidismo. De hecho ni tan sólo hay una correlación inequívoca entre sistema electoral y número de partidos: por ejemplo, en Gran Bretaña, con sistema mayoritario, ha habido tradicionalmente un tercer partido, mientras que en Austria, el propio país de origen de Popper, el sistema electoral proporcional no ha dado lugar a un pluripartidismo mayor (lo cual desmiente su aserto de que "todo el mundo sabe que la proporcionalidad multiplica el número de partidos"). Si de lo que se trata es de llegar al bipartidismo, hacen falta otros mecanismos restrictivos del pluralismo, aparte del sistema electoral mayoritario, y tal objetivo me parece nuevo y sorprendentemente contradictorio con la tradicional preocupación de Popper por el control y la limitación del poder.- Josep M. Colomer.

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