Tribuna:

Es preferible estar nerviosos por el IPC

Los mercados se han mostrado intranquilos ante la inminencia de la publicación del IPC del mes de julio, dando la sensación de que su evolución depende exclusivamente de unas centésimas, de más o de menos, en la trayectoria alcista de los precios al consumo. Es evidente que las bolsas se encuentran en un momento en el que el equilibrio entre papel y dinero es tan inestable que puede romperse ante cualquier cambio, por mínimo que sea, en su entorno. Al mismo tiempo, la proximidad de los máximos hace que el juego sea más atractivo, siempre y cuando se acepte que el riesgo es uno de los principal...

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Los mercados se han mostrado intranquilos ante la inminencia de la publicación del IPC del mes de julio, dando la sensación de que su evolución depende exclusivamente de unas centésimas, de más o de menos, en la trayectoria alcista de los precios al consumo. Es evidente que las bolsas se encuentran en un momento en el que el equilibrio entre papel y dinero es tan inestable que puede romperse ante cualquier cambio, por mínimo que sea, en su entorno. Al mismo tiempo, la proximidad de los máximos hace que el juego sea más atractivo, siempre y cuando se acepte que el riesgo es uno de los principales atractivos que ofrece el mercado. Así las cosas, la sesión se convirtió en un complicado ejercicio de entradas y salidas en las que el principal criterio parecía ser la opinión personal. Los altibajos se sucedieron obligando a los asistentes a difíciles juegos aritméticos para intentar anticipar el resultado final de la sesión. Afortunadamente, las oscilaciones de las cotizaciones nunca fueron muy grandes, lo que permitió que en la mayoría de los casos se impusieran los avances, siempre en términos muy moderados. Uno de los atractivos de esta jornada estuvo en su cierre, en el que algunas ofertas eran una tentación difícilmente soportable para aquellos que esperan un IPC inferior al 0,6%.

Uno de los rumores que circulaban por el patio de operaciones servía, evidentemente, de justificación a algunas ventas, pues hacía referencia a una subida que superaba la predicción más pesimista, es decir, colocaba el listón en el 1,1%. Predicciones aparte, el principal problema con que se enfrenta el mercado es el del nivel de sus propios precios y, respecto a esto, el volumen contratado no aporta solución alguna, dado que en pocos días se ha descendido en la contratación diaria algo más de 5.000 millones de pesetas efectivas.

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