Tribuna:

Todo un mundo en cada corro

Compradores y vendedores encuentran serias dificultades para tomar la iniciativa en los mercados y de ese hecho se deriva el aparente estancamiento de las cotizaciones. La mínima presión de papel o dinero provoca inmediatamente la reacción contraria, pues los precios han alcanzado un nivel en el que una diferencia de cinco duros les convierte, tanto en atractivos para el comprador como empuja a materializar la plusvalía. El recorrido de las cotizaciones se ha visto reducido sensiblemente, por lo que es bastante dificil encontrar variaciones superiores a los 20 enteros. Tal vez lo más destacado...

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Compradores y vendedores encuentran serias dificultades para tomar la iniciativa en los mercados y de ese hecho se deriva el aparente estancamiento de las cotizaciones. La mínima presión de papel o dinero provoca inmediatamente la reacción contraria, pues los precios han alcanzado un nivel en el que una diferencia de cinco duros les convierte, tanto en atractivos para el comprador como empuja a materializar la plusvalía. El recorrido de las cotizaciones se ha visto reducido sensiblemente, por lo que es bastante dificil encontrar variaciones superiores a los 20 enteros. Tal vez lo más destacado de esta situación sea que el volumen negociado cada día apenas se ha visto afectado hasta el momento, manteniéndose sobre los 20.000 millones efectivos.Esta situación motiva a una estrecha vigilancia de cada valor y a un constante cambio de posiciones. Los corros están registrando con precisión las distintas alternativas de dinero y papel, según sea la primera posición. Lo más habitual está siendo una apertura a la baja, con reacción alcista posterior que, en ocasiones, llega a mejorar el precio inicial. Esto indica que de entrada se da cierto predominio del papel, inmediatamente corregido si la baja es suficiente, situación que puede volver a repetirse al día siguiente, pues generalmente es el dinero el que prefiere esperar acontecimientos.

Comunicaciones se ha quedado solo en cuanto a los resultados positivos, ya que los valores bancarios terminan bastante equilibrados pese a que los siete grandes mostraban un pequeño resto comprador. Los sectores industriales, muy irregulares, no consiguieron mejora alguna en sus índices parciales, aunque las bajas fueron casi siempre cortas, lo que contribuyó a que las posiciones al cierre fueran casi iguales a las de la jornada anterior, es decir, discreto predominio comprador, pero sin insistir demasiado.

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