Los inversores japoneses impulsan una subida del dólar, mientras EE UU anuncia una reducción de su déficit fiscal

El dólar acabó ayer la semana al alza respecto al marco alemán y al yen, gracias, sobre todo, a las fuertes inversiones realizadas por los especuladores japoneses y a los altos precios del petróleo. Al mismo tiempo, el Gobierno estadounidense anunció ayer que el déficit presupuestario fiscal de 1987 se ha reducido en 1.8.000 millones de dólares con respecto a las previsiones y en 65.000 millones en comparación con 1986.El dólar consiguió cambiar el signo de las últimas transacciones. Tras su caída del miércoles, provocada por el alto déficit comercial norteamericano en mayo, el dólar consi...

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El dólar acabó ayer la semana al alza respecto al marco alemán y al yen, gracias, sobre todo, a las fuertes inversiones realizadas por los especuladores japoneses y a los altos precios del petróleo. Al mismo tiempo, el Gobierno estadounidense anunció ayer que el déficit presupuestario fiscal de 1987 se ha reducido en 1.8.000 millones de dólares con respecto a las previsiones y en 65.000 millones en comparación con 1986.El dólar consiguió cambiar el signo de las últimas transacciones. Tras su caída del miércoles, provocada por el alto déficit comercial norteamericano en mayo, el dólar consiguió atraer a los especuladores japoneses, que, atraídos por el bajo valor de la moneda estadounidense, se lanzaron a comprar divisas. Asimismo, según los expertos, la subida del dólar estuvo provocada por la necesidad de comprar dólares para adquirir un petróleo que ha elevado su coste. Los precios del crudo del Mar del Norte y de EE UU se cotizaban ayer por encima de 20 dólares el barril.

El dólar cerró a 1,8575 marcos alemanes y a 152,75 yenes, cuando el día anterior se había cotizado a 150,40 yenes. Por el contrario, el oro perdió valor y se fijó a un cambio de 450,60 dólares la onza, frente a los 453,75 dólares del jueves.

Los intermediarios y agentes financieros afirmaban ayer que esta nueva subida del dólar puede provocar una intervención por parte de los bancos centrales. "No puedo creer que los norteamericanos vayan a sentirse contentos con un dólar que siga subiendo aún más", afirmaba ayer un agente. Un dólar fuerte provocaría subidas de precios en las exportaciones norteamericanas y amenazaría los esfuerzos del Gobierno por corregir el déficit comercial.

Por otro lado, James Miller, director de la oficina de Gestión y Presupuesto estadounidense, anunció que el défict en el presupuesto fiscal de 1987 se había reducido en 18.000 millones de dólares con respecto a las previsiones. En febrero pasado la estimación del déficit fiscal se elevaba a 173.000 millones. Se estima que en el ejercicio de 1988, que empieza el uno de octubre, el déficit será de 108.000 millones.

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