Cartas al director

Terrorismos

Los días miércoles 1 de, julio y jueves 2 de julio aparecieron dos atípicos y preocupantes artículos insertados como publicidad entre las páginas de su diario. El primero de ellos, fundamentado en argumentos prepotentes y demagogos, y firmado por la patronal Fomento del Trabajo Nacional, estaba encabezado por el título de "Los empresarios, contra el terrorismo", mientras que el segundo lo estaba por el no menos simpático de "El embajador de Chile responde", escrito por el representante en España de los designios dictatoriales chilenos.Ambos, lógicamente, no carecen de puntos en común, m...

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Los días miércoles 1 de, julio y jueves 2 de julio aparecieron dos atípicos y preocupantes artículos insertados como publicidad entre las páginas de su diario. El primero de ellos, fundamentado en argumentos prepotentes y demagogos, y firmado por la patronal Fomento del Trabajo Nacional, estaba encabezado por el título de "Los empresarios, contra el terrorismo", mientras que el segundo lo estaba por el no menos simpático de "El embajador de Chile responde", escrito por el representante en España de los designios dictatoriales chilenos.Ambos, lógicamente, no carecen de puntos en común, más acusados y vergonzosamente claros por la proximidad de su publicación. El, primero de ellos corresponde a, la paridad ideológica de los dos escritos, uno incubado por el reducto empresarial ultraderechista. (que no de derechas, porque éste ya no sería tal reducto) en Cataluña y el otro por el señor Enrique Campos Menéndez, embajador chileno, que pareció animarse a escribir a su periódico al ver los resultados que consiguieron sus amigotes llamando la atención desde las páginas de diferentes diarios. El otro punto en común, y mucho más preocupante que el primero (éste, desgraciadarnente, innato), es el de la utilización que se hace del último atentado reivindicado por ETA en Barcelona para lograr un clima de crispación nacional, intentando así mermar el diálogo democrático en España. Merece destacar en este aspecto la postura del alto miembro de la diplomacia chilena, que, desde una argumentación barriobajera, situada entre la cortedad mental de sus compañeros de la patronal catalana y algún discurso del presidente chileno, trata de aprovechar el citado atentado para legitimar la matanza de 12 miembros del FPMR por un terrorismo mucho más mortífero, tenebroso y selecto que el etarra: el estatal; con párrafos como éste: "¿Pueden formularse cargos a las autoridades policiales chilenas por actuar con energía en el mantenimiento del orden público? La opinión pública española podrá juzgar por sí misma el valor de estos argumentos al observar su propia experiencia con los actos terroristas que recientemente costaron la vida a ciudadanos de este país"

Patxi Miranda Mayoral

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