La ejecutiva de UGT reprueba la actuación sindical de la federación de guerras

RODOLFO SERRANO La ejecutiva confederal de UGT ha remitido una carta de reprobación a Matilde Fernández, secretaria general de la federación de químicas. El escrito desaprueba que esta organización haya suscrito, sin consultar con otras federaciones afectadas y sin conocimiento de la ejecutiva confederal, el acuerdo marco para los trabajadores del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH). Antonio Puerta, secretario general del metal, recibió hace meses una carta semejante. Tanto Matilde Fernández como el secretario general del metal se han destacado por su alineación con las tesis del Gobiern...

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RODOLFO SERRANO La ejecutiva confederal de UGT ha remitido una carta de reprobación a Matilde Fernández, secretaria general de la federación de químicas. El escrito desaprueba que esta organización haya suscrito, sin consultar con otras federaciones afectadas y sin conocimiento de la ejecutiva confederal, el acuerdo marco para los trabajadores del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH). Antonio Puerta, secretario general del metal, recibió hace meses una carta semejante. Tanto Matilde Fernández como el secretario general del metal se han destacado por su alineación con las tesis del Gobierno en momentos de conflicto.

La carta que la ejecutiva confederal decidió enviar a Matilde Fernández muestra la "preocupación" de los órganos de dirección del sindicato al saber que la dirigente de químicas había firmado un acuerdo marco sobre negociación colectiva con el INIL El acuerdo se estuvo negociando durante más de dos meses y se firmó sin que, al parecer, la ejecutiva confederal tuviera conocimiento de su contenido.El pacto suscrito por Matilde Fernández, como secretaria general de químicas, y Oscar Fanjul, presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos, regula el marco en que se moverán las condiciones salariales y laborales de los trabajadores del instituto. El acuerdo permite la movilidad geográfica y funcional entre empresas, aunque siempre con carácter voluntario. CC OO y el CTI rechazaron la firma.

Las primeras críticas al acuerdo partieron de Victoriano Sánchez, secretario general de transportes, que se enteró de que se había firmado el acuerdo a través de los medios de comunicación. Victoriano Sánchez señaló que "hay numerosos trabajadores en el sector químico que pertenecen a la federación de transportes -por ejemplo, el personal de flota y es, por tanto, extraño que se haya firmado un pacto de estas características sin haber consultado con nosotros".

Petición de explicaciones

Fuentes de la federación de químicas contestaron diciendo que el acuerdo "no afecta a trabajadores del transporte". Sin embargo, la ejecutiva confederal acordó remitir una carta a Matilde Fernández pidiendo explicaciones por haber actuado sin que la ejecutiva conociera el documento y sin que hubiera habido consultas con la federación de transportes.

No es la primera vez que la ejecutiva confederal de UGT utiliza el método de lo que se conoce en el sindicato como "carta de reprobación", aunque sí se trata de un sistema que sólo se emplea ante hechos de especial trascendencia. Fuentes sindicales recordaron que otra carta similar se envió a Antonio Puerta, secretario general de la federación del metal, por unas declaraciones periodísticas hechas en Asturias hace unos meses en las que ponía en cuestión las directrices sobre política sindical de la ejecutiva confederal.

No ha sido su única discrepancia con la línea del sindicato. También Antonio Puerta negoció un acuerdo marco del metal y tuvo que sufrir una fuerte reprimenda del propio Nicolás Redondo, secretario general de UGT, que entendía que el pacto era excesivamente blando y ne, se atenía a las directrices sobre negociación colectiva del propio sindicato.

En medios sindicales se ha destacado el hecho de que hayan sido precisamente estas dos federaciones las que han recibido avisos de la ejecutiva. Las posiciones de los secretarios generales de estas organizaciones -Matilde Fernández y Antonio Puerta- se han identificado como muy cercanas a la política econón-úca del Gobierno y han mantenido una línea crítica con la dirección de la central sindical. Ambos son miembros del comité federal del PSOE, y Matilde Fernández es de la ejecutiva del partído socialista.

En este contexto, la carta remitida a Matilde Fernández ha sido interpretada como una advertencia hacia las federaciones más cercanas a las tesis oficialistas y un reforzamiento de la autoridad de la ejecutiva del sindicato.

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