Preparación de actores

Acabo de leer, antes de salir para Suiza, el reportaje-entrevista que hizo Gabriela Cañas sobre los inicios del rodaje de Remando al viento (EL PAÍS, 6 de junio). Debo salir al paso de un malentendido. A tenor de una reflexión mía sobre la preparación a la que, desde jóvenes, se someten los actores ingleses, a diferencia de los españoles (sea por falta de medios y posibilidades o, a veces, por considerar que basta el talento para obviar el aprendizaje). En su afán de síntesis, la entrevistadora, refiriéndose a los susodichos actores ingleses, me atribuye: "¡Qué diferencia con los...

Acabo de leer, antes de salir para Suiza, el reportaje-entrevista que hizo Gabriela Cañas sobre los inicios del rodaje de Remando al viento (EL PAÍS, 6 de junio). Debo salir al paso de un malentendido. A tenor de una reflexión mía sobre la preparación a la que, desde jóvenes, se someten los actores ingleses, a diferencia de los españoles (sea por falta de medios y posibilidades o, a veces, por considerar que basta el talento para obviar el aprendizaje). En su afán de síntesis, la entrevistadora, refiriéndose a los susodichos actores ingleses, me atribuye: "¡Qué diferencia con los de aquí! ¡Incluso los jóvenes son estupendos!".Esta exclamación demostraría, de mi parte, una inefable ingenuidad poco acorde con m¡ criterio. He trabajado con bastantes actores españoles a los que admiro y, de hecho, en Remando al viento, José Luis Gómez y José Carlos Rives están alcanzando cotas difíciles de igualar.

Agradecería que se publicara a la mayor brevedad esta aclaración para subsanar en lo posible lo que pueda resultar, así expresado, un injusto agravio comparativo.-

Director de cine.