Ni Bonn ni Moscú

La ley de Financiación de los Partidos Políticos, que será aprobada por las Cortes en los próximos días, es el resultado del llamado caso Flick. Este episodio, que saltó en España para la opinión pública en 1985, desató una fuerte polémica en el Congreso, dado que los grupos de oposición intentaron probar que el PSOE había recibido dinero de los socialdemócratas alemanes. El presidente del Gobierno, Felipe González, como broche de su defensa, dijo que no había recibido "ni una sola peseta" del consorcio germano Flick, y fue más expresivo: "Ni Flick ni flock". La comisión parlamentaria q...

La ley de Financiación de los Partidos Políticos, que será aprobada por las Cortes en los próximos días, es el resultado del llamado caso Flick. Este episodio, que saltó en España para la opinión pública en 1985, desató una fuerte polémica en el Congreso, dado que los grupos de oposición intentaron probar que el PSOE había recibido dinero de los socialdemócratas alemanes. El presidente del Gobierno, Felipe González, como broche de su defensa, dijo que no había recibido "ni una sola peseta" del consorcio germano Flick, y fue más expresivo: "Ni Flick ni flock". La comisión parlamentaria que investigó el caso durante meses adoptó el acuerdo de elaborar una ley de financiación. "Había que zanjar la discusión de si el dinero llega en maletas extrañas, de Alemania o de Moscú, y tener en cuenta que es más importante el cómo que el cuánto", sentenció Carlos Navarro, diputado del PSOE y ponente de la ley de financiación. Hubo unanimidad entre los dirigentes políticos que esta financiación estatal era el único medio para despertar credibilidad ante los bancos..Aunque en este primer año la cantidad es de 7,500 millones, no necesariamente la cifra será la misma en los próximos tres años que restan de legislatura. Cada año el Gobierno fijará la cifra, sujeta a discusión parlamentaria, en los Presupuestos Generales del Estado.