La industria española pierde más de un billón de pesetas cada año por defectos en la fabricación de productos

Los defectos de calidad provocan a la industria española unas pérdidas anuales de un billón de pesetas, según las primeras estimaciones de un estudio que están elaborando técnicos del Ministerio de Industria. El coste de la no calidad es, sin embargo, significativamente superior, pues el análisis no incluye el sector de la construcción ni los llamados perjuicios inmateriales, ocasionados por la pérdida de clientela o de imagen de los fabricantes.

Otras estimaciones, basadas en comparaciones con los estándares europeos, reflejan unas pérdidas muy superiores como consecuencia de que los p...

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Los defectos de calidad provocan a la industria española unas pérdidas anuales de un billón de pesetas, según las primeras estimaciones de un estudio que están elaborando técnicos del Ministerio de Industria. El coste de la no calidad es, sin embargo, significativamente superior, pues el análisis no incluye el sector de la construcción ni los llamados perjuicios inmateriales, ocasionados por la pérdida de clientela o de imagen de los fabricantes.

Otras estimaciones, basadas en comparaciones con los estándares europeos, reflejan unas pérdidas muy superiores como consecuencia de que los productos defectuosos son desechados directamente o deben volver a las cadenas de montaje. A ello hay que añadir los efectos negativos que provoca en el mercado una mala imagen de marca.Un informe elaborado por Pedro Piñero, ingeniero y jefe del departamento de calidad de la fábrica Citroën de Vigo, basado en estudios oficiales realizados en Francia, ofrecía un coste en España de 1,8 billones de pesetas en 1985, una cifra sustancialmente superior a los 1,5 billones de déficit público en aquel año. Los estudios de consumo señalaban que hace sólo siete años un 48% de los compradores daba la misma importancia a la calidad que al precio, mientras que en la actualidad son un 82% los que consideran la calidad como tema más prioritario.

"La no calidad es un coste elevado que acorta el mercado de los productos españoles", afirma Isabel Verdeja, directora general de Innovación Industrial y Tecnología. La política del Ministerio de Industria está orientada a la modernización tecnológica -sobre todo en las pequeñas y medianas empresas, las más necesitadas- y a la elaboración de las especificaciones técnicas que deberán cumplir los productos.

Esta actuación se ha hecho más perentoria con la entrada de España en la CE, donde la competencia con los restantes países europeos se basa cada vez más en las condiciones de los productos fabricados y no tanto en un precio más bajo.

La normalización

Las prioridades de Industria se dirigen al campo de la normalización o de las especificaciones técnicas de los productos. La Asociación Española de Normalización (Aenor), un organismo privado creado a semejanza de otros países europeos e integrado por la mayor parte de las asociaciones de fabricantes españoles, está en proceso de asumir todas las funciones que anteriormente tenía el instituto público Iranor sobre las condiciones de calidad de los productos.Aenor va a instaurar la N como símbolo de calidad para todos aquellos productos que cumplan una serie de exigencias y ofrezcan garantías a los consumidores. Las empresas interesadas tendrán que contribuir con cuotas para conseguir la certificación de calidad de sus productos. Las normas de calidad establecidas serán publicadas en el Boletín Oficial del Estado. La Administración, no obstante, se reservará plenamente la reglamentación en materia de sanidad, seguridad y medio ambiente.

La política de calidad cuenta con un apoyo sustancial de Industria, que participa en Aenor y que este año ha proporcionado una dotación de 300 millones de pesetas para laboratorios de análisis de calidad y otros 311 millones para una campaña publicitaria de concienciación, principalmente dirigida a las empresas.

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