Un hombre se quema a lo bonzo junto a sus hijas en Las Palmas al conocer la muerte de su compañera

Juan Manuel Delgado Gil (32 años), y sus dos hijas gemelas de ocho meses, Alborada y María Serena, murieron quemados a lo bonzo el miércoles en una vivienda humilde del barrio del Carrizal, en Las Palmas (Gran Canaria), el mismo día que fallecía en un hospital la joven de 24 años Ana del Carmen Oliva Díaz, madre de las criaturas.Delgado Gil decidió llevar a cabo el suicidio colectivo, en un acto de desesperación, tras conocer el fatal desenlace de su compañera, que se había ausentado del domicilio familiar el pasado domingo. Hasta dos días después, en que se informó por el periódico, no...

Juan Manuel Delgado Gil (32 años), y sus dos hijas gemelas de ocho meses, Alborada y María Serena, murieron quemados a lo bonzo el miércoles en una vivienda humilde del barrio del Carrizal, en Las Palmas (Gran Canaria), el mismo día que fallecía en un hospital la joven de 24 años Ana del Carmen Oliva Díaz, madre de las criaturas.Delgado Gil decidió llevar a cabo el suicidio colectivo, en un acto de desesperación, tras conocer el fatal desenlace de su compañera, que se había ausentado del domicilio familiar el pasado domingo. Hasta dos días después, en que se informó por el periódico, no supo del paradero de Ana del Carmen Oliva, que había sido atropellada por un turismo al cruzar una autopista de la isla, sufriendo lesiones cerebrales irreversibles. Una foto con su rostro entubado, en estado de coma, apareció en la prensa para su identificación.

El día de la tragedia, el padre de las pequeñas fue visto en la calle visiblemente deprimido y con una garrafa en la mano.

Momentos antes de consumar su propósito, visitó a unos familiares que cuidaban a las niñas al estar hospitalizada su madre. Según les dijo, se las llevaba para que vieran a ésta por última vez. Un grupo de personas se percató que salía humo de la vivienda de la familia Delgado, coincidiendo con el paso de un funeral por el lugar. Algunos vecinos, entre ellos varios niños, forzaron ¡a puerta y encontraron a las víctimas, ya calcinadas. En la puerta, cerrada con llave, había un letrero con la frase: "peligro de muerte".

Un testigo afirma que encontró entre los restos del incendio un recorte de periódico con una fotografía en la que aparecían varias personas carbonizadas.