Tribuna:

El mercado acepta un posible recorte

La salida más decidida del papel y el consiguiente retroceso del dinero han desembocado en una situación en la que, por vez primera este año, parece existir un consenso entre las fuerzas del mercado sobre la posibilidad de que se produzca una baja importante. Las únicas diferencias que se plantean se refieren a la cuantía del recorte, coincidiendo las cifras con las expectativas que cada cual tiene sobre el futuro a medio plazo. No obstante, la absorción de títulos se mantiene a buen ritmo, con lo que los volúmenes de contratación no peligran por el momento. La inversión a corto plazo es la qu...

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La salida más decidida del papel y el consiguiente retroceso del dinero han desembocado en una situación en la que, por vez primera este año, parece existir un consenso entre las fuerzas del mercado sobre la posibilidad de que se produzca una baja importante. Las únicas diferencias que se plantean se refieren a la cuantía del recorte, coincidiendo las cifras con las expectativas que cada cual tiene sobre el futuro a medio plazo. No obstante, la absorción de títulos se mantiene a buen ritmo, con lo que los volúmenes de contratación no peligran por el momento. La inversión a corto plazo es la que se muestra más reacia a aceptar esta posibilidad, y se apoya para ello en los escasos tanteos compradores que se producen cada día, sobre todo a última hora. La capacidad de absorción del mercado y el mantenimiento de algunas posiciones están consiguiendo que las pérdidas que registran los índices generales sean todavía mínimas, pues en ningún caso han llegado a ser del 3%, si bien los datos absolutos son algo más llamativos, con bajas de hasta 6,38 puntos.

Los valores eléctricos confirmaron inmediatamente las posiciones al cierre del día anterior, con bajas que se acercan otra vez a los niveles mínimos del año. La falta de interés que muestra el mercado por este sector contrasta con los esfuerzos desplegados en varios frentes para tratar de colocarle en el lugar que ocupaba antes. La situación en los sectores industriales sólo ha registrado una variación importante: la cantidad de papel puesto a la venta, lo que ha originado unos abultados retrocesos.

Tampoco se vieron cambios significativos en el sector bancario, con algo más de papel y bajas más fuertes, lo que contribuye a que el cierre resulte claramente vendedor para el conjunto del mercado, aunque se mantenían los intentos de ver en las escasas compras de la sesión algún síntoma de mejoría.

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