Manifestación ante la Asamblea por la paralización de 534 viviendas

Un centenar de vecinos de Carabanchel Bajo se concentró ayer ante la sede de la Asamblea de Madrid, en la calle de San Bernardo, convocados por la asociación de vecinos, en protesta por la paralización de la construcción de 534 viviendas sociales, cuyas obras se interrumpieron hace ya más de cuatro meses, sin que los responsables del Instituto de la Vivienda de Madrid (Iyima) hayan concluido las gestiones necesarias para contratar de nuevo las obras. Unos 300 vecinos cortaron el tráfico en la calle del General Ricardos, el martes, por el mismo motivo.Las 534 viviendas son la primera fase de un...

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Un centenar de vecinos de Carabanchel Bajo se concentró ayer ante la sede de la Asamblea de Madrid, en la calle de San Bernardo, convocados por la asociación de vecinos, en protesta por la paralización de la construcción de 534 viviendas sociales, cuyas obras se interrumpieron hace ya más de cuatro meses, sin que los responsables del Instituto de la Vivienda de Madrid (Iyima) hayan concluido las gestiones necesarias para contratar de nuevo las obras. Unos 300 vecinos cortaron el tráfico en la calle del General Ricardos, el martes, por el mismo motivo.Las 534 viviendas son la primera fase de un total de 1.010 viviendas destinadas a realojar a familias necesitadas y chabolistas de Carabanchel. Un portavoz de la asociación de vecinos denunció también la falta de información sobre el tema y el paso atrás que ha supuesto para la participación de los vecinos en el proyecto que los arquitectos que representaban a la asociación hayan visto cancelados sus contratos.

Los vecinos temen, afirmó el portavoz, que el Ivima no tenga presupuesto asignado para la reanudación de las obras. Éstas empezaron con los fondos que el Acuerdo Económico y Social (AES) transfirió a Madrid para la construcción de viviendas de promoción pública. Este año, al contrario, corren rumores de que los presupuestos públicos para la construcción de viviendas sociales serán recortados.

Asimismo, los vecinos temen que la retirada de sus arquitectos sea un indicio de que se quiere reformar el proyecto en contra de sus perspectivas, y recuerdan que, complementando a las viviendas, estaba aprobada la construcción de una guardería, una zona comercial y un conservatorio

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