Tribuna:

Asomarse al exterior puede ser peligroso

El ensimismamiento de los mercados de valores ha alcanzado unos términos preocupantes al pasar por alto la revisión a la baja de las expectativas de crecimiento económico y el nivel en que se han situado los tipos de interés en la subasta de préstamos del Banco de España. La pretensión de que la inversión en renta variable se encuentra totalmente desligada del resto del entorno económico parece estar en la base de la actuación de los, inversores. Limitados, en parte voluntariamente, a la especulación, le han dado al mercado una velocidad con la que no sólo varían las posiciones de hora en hora...

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El ensimismamiento de los mercados de valores ha alcanzado unos términos preocupantes al pasar por alto la revisión a la baja de las expectativas de crecimiento económico y el nivel en que se han situado los tipos de interés en la subasta de préstamos del Banco de España. La pretensión de que la inversión en renta variable se encuentra totalmente desligada del resto del entorno económico parece estar en la base de la actuación de los, inversores. Limitados, en parte voluntariamente, a la especulación, le han dado al mercado una velocidad con la que no sólo varían las posiciones de hora en hora, sino, que resulta casi imposible saber lo que ocurre en el transcurso de los corros.En el mercado madrileño cambian las posiciones a tal velocidad que cuando se decide hacer una lista de vendedores puede saltar la sorpresa y encontrarse el confeccionador con un evidente exceso de demanda. Esto sucedió en el corro de Motor Ibérica, que hubo de repetirse ante el asombro de los asistentes. Como ensayo general para poner en marcha la contratación continua no está mal, pero convendría tomar algunas precauciones para evitar que estas situaciones se repitan antes de que la medida sea oficial.

El cambio de orientación comenzó mucho antes de la sesión, al retirarse en algunos valores el papel de las posiciones anteriores. Los valores eléctricos pasaron rápidamente de los excesivos castigos anteriores a registrar una demanda que en el caso de Sevillana llevó a la publicación de dinero sin operaciones. El resto de los principales componentes del grupo subió al límite de sus posibilidades, animando así al resto del mercado. La situación al cierre era compradora gracias a la enorme liquidez del sistema y a la carencia de alternativas, verdaderos puntales de la tendencia alcista.

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