Los egipcios votaron la disolución del Parlamento

El referéndum celebrado ayer en Egipto supuso el primer paso de Hosni Mubarak en el camino hacia su reelección como presidente del país, el próximo octubre. Unos 13 millones de egipcios fueron convocados a 21.000 mesas electorales para pronunciarse a favor o en contra de la disolución del actual Parlamento y la convocatoria de próximas elecciones generales. Las votaciones se celebraron sin aglomeraciones ni incidentes y con discreta vigilancia policial. Los resultados se conocerán mañana.

Las papeletas llevaban impresa una foto del Parlamento. Nadie espera que la respuesta de los electo...

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El referéndum celebrado ayer en Egipto supuso el primer paso de Hosni Mubarak en el camino hacia su reelección como presidente del país, el próximo octubre. Unos 13 millones de egipcios fueron convocados a 21.000 mesas electorales para pronunciarse a favor o en contra de la disolución del actual Parlamento y la convocatoria de próximas elecciones generales. Las votaciones se celebraron sin aglomeraciones ni incidentes y con discreta vigilancia policial. Los resultados se conocerán mañana.

Las papeletas llevaban impresa una foto del Parlamento. Nadie espera que la respuesta de los electores egipcios sea negativa. Tanto el partido del Gobierno, el Nacional Democrático, como la principal fuerza de la oposición, el Wafd, han solicitado el sí. Uno y otra están de acuerdo en disolver la actual Asamblea Popular, elegida en mayo de 1984 por un período de cinco años, y celebrar nuevos comicios el próximo abril.El dominio del partido de Mubarak en el actual Parlamento es absoluto: 391 escaños, sobre un total de 448. El único de los cinco partidos de oposición legalizados en Egipto que también se sienta en la Asamblea Popular es el Wafd, con 57 escaños.

Mubarak, no obstante, ha preferido proponer a su pueblo la disolución de una Cámara donde dispone de cómoda mayoría. El Rais, estiman los observadores de la situación egipcia, desea que la Asamblea que lo reelija el próximo octubre, final de su primer mandato de seis años, sea lo más "nueva e irreprochable" que permiten las circunstancias.

Nueva ley electoral

En los dos últimos meses el Gobierno y la oposición egipcios se enfrascaron en un vivo debate sobre un proyecto de nueva ley electoral. La oposición criticó la permanencia en el nuevo texto de algunas exigencias que considera antidemocrátas. Una es la necesidad de obtener un 8% del total de los sufragios para estar representado en la Asamblea Popular. Los votos de los partidos que no obtienen el porcentaje mínimo van a paras al ganador.Otra causa de fricción es la prohibición de que los candidatos independientes se presenten a los comicios. Ello obligó a la cofradía de los Hermanos Musulmanes a presentarse en 1984 en las listas de la Wafd y conseguir así algunos escaños. Los Hermanos Musulmanes es la más antigua organización integrista del moderno mundo árabe, y a diferencia de las que usan como nombre Yihad Islámica, rechaza los métodos violentos. Ahora ha anunciado que si el Gobierno retira la prohibición de presentar candidaturas independientes concurrirá a las próximas elecciones.

Durante el debate sobre la nueva ley electoral, la oposición denunció la legalidad del actual Parlamento. Mubarak, queriendo evitar la menor sombra de duda sobre su reelección el próximo otoño, optó por convocar el referéndum de ayer.

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