Pablo Garnica presidirá la próxima junta general de Banesto y seguirá en la presidencia varios meses

El presidente del Banco Español de (Crédito (Banesto), Pablo Garnica Mansi, presidirá la junta general de accionistas de la entidad que se celebrará el próximo día 24 y leerá el tradicional discurso a los accionistas. Garnica tiene la intención de proseguir en su cargo durante varios meses si no se desencadena ningún hecho que actúe como fuerza mayor para reconsiderar la decisión.

El relevo en la cúpula de la entidad se situará así probablemente en el último trimestre de este año, "a la vuelta del verano", según fuentes del banco.Pablo Garnica se ha reafirmado en los últimos días en...

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El presidente del Banco Español de (Crédito (Banesto), Pablo Garnica Mansi, presidirá la junta general de accionistas de la entidad que se celebrará el próximo día 24 y leerá el tradicional discurso a los accionistas. Garnica tiene la intención de proseguir en su cargo durante varios meses si no se desencadena ningún hecho que actúe como fuerza mayor para reconsiderar la decisión.

El relevo en la cúpula de la entidad se situará así probablemente en el último trimestre de este año, "a la vuelta del verano", según fuentes del banco.Pablo Garnica se ha reafirmado en los últimos días en su decisión de presidir la próxima junta de accionistas, según han indicado a este diario fuentes de la entidad. Las primeras incidencias judiciales del asunto Coca no le han hecho variar de posición. De esta forma, el presidente de Banesto utilizará buena parte del plazo de un año que el consejo de la entidad estableció el pasado noviembre para efectuar el relevo. Garnica tiene previsto leer a los accionistas, el próximo día 24, un discurso relativamente breve, de media docena de folios y un cuarto de hora de duración.

El discurso, que ya está completamente redactado, tendrá un tono generalista. El texto defraudará seguramente a quienes mantenían grandes expectativas, pues, a diferencia del leído en la última junta, el 27 de mayo pasado -en el que Garnica reconoció los problemas financieros existentes-, no aportará grandes novedades, ni mucho menos concreciones sobre el futuro de la cúpula de Banesto.

Algunos círculos financieros habían apuntado que Garnica aprovecharía la junta para realizar solemnemente el traspaso de poderes al actual vicepresidente ejecutivo -que viene ejerciendo en la práctica funciones de presidente-, José María López de Letona, o, al menos para anunciar la fecha precisa del relevo. Este anuncio que, salvo cambios de última hora, no se producirá el día 24, hubiera acercado más la fórmula sucesoria de Banesto a la de! Vizcaya, que se ha considerado como la más conveniente.

La firme decisión del presidente de Banesto de encabezar la junta se ha adoptado tras ponderar cuidadosamente sugerencia de varios de sus consejeros. Para éstos, la defensa de la actuación del presidente, -que debe cesar este año, según lo convenido el pasado noviembre- hubiera sido más fácil si hubiese corrido a cargo de su sucesor. "Cuando hay que explicar una gestión honesta, que contiene sin embargo algún error, es mejor que la defienda otro", ha argumentado un consejero de Banesto.

"Lo único que os pedí en noviembre es que yo mismo fijaría la fecha", recordó recientemente Garnica a sus colegas de consejo, refiriéndose a los acuerdos de este órgano adoptados el 26 de noviembre. Por (dichos acuerdos se le reelegía por unanimidad a la par que se establecía el plazo de un año para que él mismo fijase el relevo "en la fecha más oportuna", a favor del vicepresidente, José María López de Letona.

Garnica ha utilizado esta facultad a la hora de preparar la junta, contrariamente a los citados consejos, con objeto de defender por segunda vez la gestión de su presidencia "por sentimiento del deber", según fuentes de la entidad, "para que nadie crea que pretende hurtar el bulto" dejando a otros enfrentarse a las críticas.

Mientras tanto, todo indica que ha quedado completamente desechada la hipótesis que algunos círculos de poder del banco barajaron poco antes del nombramiento de Letona como sucesor, consistente en propugnar otra alternativa. Por un lado, el vicepresidente ha afianzado su poder ejecutivo en la entidad, añadiendo el peso de la gestión al argumento simbólico de la vicepresidencia (el acceso a la presidencia de Banesto pasa tradicionalmente por ocupar previamente la vicepresidencia). Además, el desgaste de López de Letona por el caso Coca ha sido escaso. Por otro lado, no ha aparecido en el mundo de las grandes familias tradicionales, de la entidad un nombre del suficiente, peso. De esta forma, el esquema sucesorio parece afianzado según lo previsto, a salvo de la fijación de vicepresidencias.

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