Puertas cerradas

Tengo 17 años, esa edad en la que uno se ve obligado a semielegir su futuro.De repente se te abren un montón de posibilidades a esco ger, pero estas puertas se van ce rrando una a una hasta que de pronto quedan dos, tres... no más. Quizá tienes que pasar por la más estrecha, o, lo que es peor, por una que no lleva a ninguna parte. Sé que es difficil, pero todo lo bueno lo es, por eso se obstina uno cada vez más en conseguirlo.

Es difícil pedir que te eduquen de la mejor forma posible cuando a quien te educa le importa poco lo que va a ser de ti. Es difícil pedir que nos eduquen a todos ...

Tengo 17 años, esa edad en la que uno se ve obligado a semielegir su futuro.De repente se te abren un montón de posibilidades a esco ger, pero estas puertas se van ce rrando una a una hasta que de pronto quedan dos, tres... no más. Quizá tienes que pasar por la más estrecha, o, lo que es peor, por una que no lleva a ninguna parte. Sé que es difficil, pero todo lo bueno lo es, por eso se obstina uno cada vez más en conseguirlo.

Es difícil pedir que te eduquen de la mejor forma posible cuando a quien te educa le importa poco lo que va a ser de ti. Es difícil pedir que nos eduquen a todos cuando muchos se conforman con comer y otros prefieren la guerra. Es dificil que nos eduquen en la especialidad que nosotros queremos, cuando ésta queda vedada a la mayoria.

Lo sé, lo sabemos. Pero yo, nosotros estamos dispuestos acreer que no vamos a chocar contra una pared de cpmento y que nuestras peticiones no van a ser rechazadas, aplazadas eternamente, ni mucho menos ignoradas.

Por eso, y porque antes que nada somos personas con mucho que elegir aún, pedimos que, ya que nuestro futuro como trabajadores se ve dudoso (al menos no claramente fracasado), tengamos la posibilidad de escoger la manera, la carrera o lo que fuera, para seguir, al menos por unos años, descubriendo nuevas posibilidades de elegir. Y un respeto, seremos el futuro del país