Tribuna:

Papel y dinero juegan fuerte sobre la cota del 200%

La resaca de la sesión anterior ha sido más que suficiente para que el mercado madrileño superase otra vez la cota del 200%. Al amparo de la puesta al día del sector eléctrico, la corriente compradora se ha mantenido, aunque en esta ocasión ha debido disputar la supremacía a una serie de realizaciones de beneficios que han aprovechado este buen momento para resarcirse de anteriores pérdidas. Los resultados son excelentes, a juzgar por el avance generalizado de los índices, aunque las posiciones al cierre indicaban un nuevo predominio de la selección como posición más adecuada ante una situació...

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La resaca de la sesión anterior ha sido más que suficiente para que el mercado madrileño superase otra vez la cota del 200%. Al amparo de la puesta al día del sector eléctrico, la corriente compradora se ha mantenido, aunque en esta ocasión ha debido disputar la supremacía a una serie de realizaciones de beneficios que han aprovechado este buen momento para resarcirse de anteriores pérdidas. Los resultados son excelentes, a juzgar por el avance generalizado de los índices, aunque las posiciones al cierre indicaban un nuevo predominio de la selección como posición más adecuada ante una situación que podría terminar siendo coyuntural.No quiere decir esto que el dinero que está acudiendo a los mercados de valores no sea real, pero parece evidente que el corto plazo está jugando fuerte en esta ocasión, y que sus apuestas coinciden muchas veces con las expectativas a medio plazo. El panorama económico no es tan optimista como la situación de las bolsas puede llevar a pensar, con lo que se entra en una de las muchas paradojas que plantean los mercados, sobre todo por su posible capacidad de anticipación.

El ejercicio se considera prácticamente cerrado, por lo que ya se ha puesto la vista en la evolución de la tasa de inflación para el primer mes del año entrante, coincidiendo la mayoría de las opiniones en una evolución negativa de los precios, en esta ocasión libres del impacto del impuesto sobre el valor añadido.

Otros factores se muestran más díscolos ante las previsiones oficiales, como son la balanza comercial, el déficit público o la resistencia a la baja que ofrece el precio del dinero. Ante esta situación, cualquier apuesta de futuro es sumamente arriesgada, aunque los mercados ya han demostrado sobradamente que son capaces de crear sus propias expectativas y de llevarlas adelante, con lo que al final todo se resume en una pugna entre el corto y el medio plazo.

El creciente nivel de la contratación apoya la toma de posiciones, si bien el mercado a crédito ha descendido drásticamente su ritmo al inicio de esta semana, pasando de los casi mil millones de pesetas efectivas en compras registrados el viernes a tan sólo 455,49 millones del lunes.

Los beneficios obtenidos entre estas dos jornadas, si se incluye la de ayer, justifican sobradamente los importantes volúmenes de la semana anterior y las dudas que se han planteado en ésta. Sin embargo, la facilidad con que se ha conseguido en esta ocasión superar el 200% pone una nota de confianza que antes no estaba presente en los mercados.

Las posiciones de papel y dinero que se daban al cierre de la sesión confirman el buen momento de los valores eléctricos, al tiempo que siembran de dudas el panorama de otros grupos, aunque, en realidad, se trata del mismo proceso selectivo que ya en jornadas anteriores se había adueñado del mercado, proceso al que ahora se han unido los valores eléctricos a raíz del cambio de postura de la Administración con respecto al tema de los dividendos a repartir.

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