ANDALUCÍA

Descartado cualquier indicio de criminalidad en la muerte de los tres niños en la cueva

Las investigaciones que se llevan a cabo para esclarecer la muerte de tres niños de 10 años encontrados la noche del pasado jueves en una cueva de la capital onubense señalan la inexistencia de indicios de criminalidad. Oficialmente, la muerte de los pequeños "se debió a un desgraciado juego de niños, al intentar quemar unos trapos y papeles", según han indicado fuentes policiales.El informe de la autopsia, practicada por el médico forense del Juzgado de Instrucción número 3 de Huelva, Juan Manuel Cortegana, indica que Jesús Carrasco Guerrero, Javier Martín Pérez y José Antonio Narváez Toscano...

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Las investigaciones que se llevan a cabo para esclarecer la muerte de tres niños de 10 años encontrados la noche del pasado jueves en una cueva de la capital onubense señalan la inexistencia de indicios de criminalidad. Oficialmente, la muerte de los pequeños "se debió a un desgraciado juego de niños, al intentar quemar unos trapos y papeles", según han indicado fuentes policiales.El informe de la autopsia, practicada por el médico forense del Juzgado de Instrucción número 3 de Huelva, Juan Manuel Cortegana, indica que Jesús Carrasco Guerrero, Javier Martín Pérez y José Antonio Narváez Toscano murieron como consecuencia de una intoxicación por monóxido de carbono. La causa inmediata del fallecimiento fue una "anoxemia oxicarbonada". La autopsia señala también que la muerte les sobrevino sobre las 14 horas del mismo día en que fueron encontrados los cadáveres (hecho que se produjo alrededor de las nueve de la noche del jueves día 4), sin que fueran hallados en los cuerpos de los niños signos de violencia.

Los tres muchachos habían acudido por la mañana, junto al resto de sus compañeros de quinto curso del colegio Moliére, a una sesión infantil de la decimosegunda edición del Festival Iberoamericano de Huelva. La alarma se produjo entre los familiares de los pequeños al no acudir éstos a sus casas a la hora de la comida. Tras una búsqueda por los cabezos próximos al centro escolar, utilizados habitualmente para sus juegos, fueron descubiertos los tres cadáveres en un aljibe de dos metros de profundidad situado dentro de una cueva perteneciente a las ruinas de una casa

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