Un traductor estuvo, por error, internado 24 horas en la Modelo de Barcelona

Juan Manuel Pomares Olivares, traductor de profesión, presentó ayer ante la presidencia y la fiscalía de la Audiencia Territorial de Barcelona una denuncia contra el Juzgado de Distrito número 21 de Barcelona por supuesta detención ilegal.Según el denunciante, el pasado mes de octubre fue conducido e ingresado en la cárcel Modelo de Barcelona como consecuencia de un error administrativo de la oficina judicial, que se subsanó al día siguiente cuando los responsables del juzgado advirtieron que se habían equivocado de nombre.

El origen del conflicto, según explicó ayer el propio Manuel Po...

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Juan Manuel Pomares Olivares, traductor de profesión, presentó ayer ante la presidencia y la fiscalía de la Audiencia Territorial de Barcelona una denuncia contra el Juzgado de Distrito número 21 de Barcelona por supuesta detención ilegal.Según el denunciante, el pasado mes de octubre fue conducido e ingresado en la cárcel Modelo de Barcelona como consecuencia de un error administrativo de la oficina judicial, que se subsanó al día siguiente cuando los responsables del juzgado advirtieron que se habían equivocado de nombre.

El origen del conflicto, según explicó ayer el propio Manuel Pomares, surgió en 1984, al comprar un vehículo de segunda mano. Pocos días después de que se efectuara la transacción y se cumplimentaran todos los documentos, Pomares devolvió el coche al comerciante, alegando que el motor estaba inservible. El coche fue posteriormente vendido a una tercera persona, Tomás Blázquez, quien lo utilizó sin darlo de baja de su anterior propietario. En mayo de aquel mismo año tuvo un accidente de tráfico en Arenys de Mar, por lo que el juzgado le condenó a pagar una multa de 27.500 pesetas o, en caso de impago, a cumplir un arresto de dos días.

El juzgado de Arenys de Mar envió un exhorto al Juzgado de Distrito número 21 para que hiciera efectiva la sanción. Inexplicablemente, la encargada de efectuar los trámites confundió el nombre del conductor sancionado con el del antiguo propietario del autómovil, a cuyo nombre extendió una orden de arresto de dos días. Al día siguiente el oficial del juzgado se dio cuenta del error, cuando recibió un comunicado de la policía en el que le notificaba que había cumplido la orden recibida horas antes.

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