Cartas al director

El vestido de Ann

Afortunadamente, no soy televidente habitual, pero la pequeña pantalla logra interesarme cuando veo anunciado el pase de un clásico tan entrañable del cine como King Kong, por ejemplo. Aunque estoy ya muy escarmentado de ver las atrocidades que comete la televisión con obras maestras cinematográficas, las cuales son denunciadas a menudo por esos buenos críticos de cine que tiene EL PAÍS (¡y no es coba para que me publiquen!), no puedo evitar el quedarme de nuevo estupefacto al ver esta joya irrepetible, de encanto para todas las edades, vilmente reducida, mutilada en escenas cumbre, redoblada ...

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Afortunadamente, no soy televidente habitual, pero la pequeña pantalla logra interesarme cuando veo anunciado el pase de un clásico tan entrañable del cine como King Kong, por ejemplo. Aunque estoy ya muy escarmentado de ver las atrocidades que comete la televisión con obras maestras cinematográficas, las cuales son denunciadas a menudo por esos buenos críticos de cine que tiene EL PAÍS (¡y no es coba para que me publiquen!), no puedo evitar el quedarme de nuevo estupefacto al ver esta joya irrepetible, de encanto para todas las edades, vilmente reducida, mutilada en escenas cumbre, redoblada chapuceramente y tratada con la misma falta de respeto normal en la entidad. Así se confunde la formación y opinión de los jóvenes que se ven obligados a descubrir a través suyo algunas obras clásicas del llamado séptimo arte.¿Para qué hablamos tanto, entonces, de los abusos de la antigua censura, si la cosa no ha cambiado mucho, aunque aleguen distintos motivos? Enhorabuena a TVE con sus cambios de directivos y todo eso. Lo único que está claro es que la caja tonta de tonta que siempre, lo que es de nacimiento no suele tener cura.

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Daniel Nieto

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