Los sindicatos alemanes retomarán el control de Neue Heimat

La Federación de Sindicatos Alemanes (DGB) va a comprar de nuevo la inmobiliaria Neue Heimat, que había vendido hace tan sólo seis semanas al industrial panadero Horst Schiesser. Con el anuncio de este nuevo paso en el largo camino por la crisis y el escándalo de la inmobiliaria sindical queda confirmado el fracaso de los intentos de saneamiento de la compañía por parte de Schiesser y se confirma la inviabilidad de la solución buscada por los sindicatos para deshacerse de la Neue Heimat. El holding sindical BGAG, que había vendido a Schiesser la inmobiliaria, anunció que la comprará...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Federación de Sindicatos Alemanes (DGB) va a comprar de nuevo la inmobiliaria Neue Heimat, que había vendido hace tan sólo seis semanas al industrial panadero Horst Schiesser. Con el anuncio de este nuevo paso en el largo camino por la crisis y el escándalo de la inmobiliaria sindical queda confirmado el fracaso de los intentos de saneamiento de la compañía por parte de Schiesser y se confirma la inviabilidad de la solución buscada por los sindicatos para deshacerse de la Neue Heimat. El holding sindical BGAG, que había vendido a Schiesser la inmobiliaria, anunció que la comprará de nuevo, después de una reunión con los 15 bancos representantes de las más de 150 instituciones de crédito acreedoras.

Según anunció el director gerente de la BGAG el lunes, ha quedado claro que "los bancos no quieren trabajar a largo plazo con el señor Schiesser". Por ello, y para evitar la inminente amenaza de quiebra, los sindicatos, por medio de la BGAG, retomarán la propiedad de la inmobiliaria para buscar una vía de saneamiento en colaboración con los bancos.

Escándalo político

Schiesser había comprado el 98% de esta inmobiliaria por el precio simbólico de un marco. La compañía arrastra deudas por valor de 13.000 millones de marcos, fruto de una gestión deficiente, inversiones fracasadas y un sinfín de irregularidades financieras que desde hace años no dejan de salir a la luz pública. El escándalo en torno a la Neue Heimat, que en su día fue la compañía modelo de los sindicatos, ha supuesto ya un grave descalabro político para el movimiento obrero organizado y es una de las causas del hundimiento electoral del Partido Socialdemócrata (SPD).La Neue Heimat es propietaria de 190.000 viviendas sociales, lo que la convierte en el mayor consorcio inmobiliario de Europa. Los inquilinos temen, desde que surgió el escándalo al conocerse el estado financiero de la compañía, que sus viviendas pierdan el carácter social y los alquileres sean aumentados consiguientemente. Schiesser afirmó, al tomar las riendas de la compañía hace mes y medio, que no sería necesario vender viviendas ni retirarle el carácter social, en el marco del concepto de saneamiento elaborado por sus colaboradores. No obstante, los bancos han insistido en que la inmobiliaria cumpla sus obligaciones de inmediato y han negado a Schiesser la credibilidad y solvencia para un aplazamiento de los pagos. En las últimas negociaciones entre los bancos y el empresario se llegó a la conclusión de que la venta de viviendas se haría necesaria, y aun así, las posibilidades de pagar las obligaciones eran remotas, por lo que la quiebra parecía inevitable. Los bancos exigieron entonces al holding sindical que responda a sus compromisos previos a la venta. El holding sindical se ha comprometido a crear una empresa que retome la inmobiliaria y a concederle los mismos apoyos financieros prometidos a Schiesse cuando éste se hizo con la compañía. Para ello, el holding sindical ya vendió hace dos semanas la mayoría de las acciones de su banco, el BFG, a una compañía de seguros, la Aachener und Munchener.

Archivado En