La policía desaloja a dos familias del local de la asociación de vecinos de San Blas

Dos familias que ocuparon el pasado martes un local de la asociación de vecinos de San Blas-Simancas fueron expulsadas por la policía en la noche del día siguiente. A lo paradójico del caso -ésta es la primera vez que se ocupa a la fuerza un local vecinal- se suma la actitud de los representantes de la asociación, que el miércoles declararon con tristeza: "Esas familias están intentando chantajearnos y confundir a la opinión pública. Es una pena que también los vecinos de los barrios pobres intenten especular con los pisos".

Mauricio Rodríguez Chica, de 22 años, y su hermano Jesús de 23...

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Dos familias que ocuparon el pasado martes un local de la asociación de vecinos de San Blas-Simancas fueron expulsadas por la policía en la noche del día siguiente. A lo paradójico del caso -ésta es la primera vez que se ocupa a la fuerza un local vecinal- se suma la actitud de los representantes de la asociación, que el miércoles declararon con tristeza: "Esas familias están intentando chantajearnos y confundir a la opinión pública. Es una pena que también los vecinos de los barrios pobres intenten especular con los pisos".

Mauricio Rodríguez Chica, de 22 años, y su hermano Jesús de 23, ambos casados y cada uno con un hijo de corta edad, vivieron en un piso de San Blas hasta el 29 de octubre, cuando su dueño les echó.Los dos hermanos, sus esposas respectivas -Belén Dávila, de 18 años, y María Jiménez Atienza, de 22- y sus dos hijos, uno de dos años y el otro de uno, durmieron cuatro noches consecutivas al aire libre, en el parque de San Blas. "Vimos que no podíamos seguir así y el martes, cerca de las diez de la noche, nos introducimos en el local de la asociación de vecinos", dicen. Los niños durmieron la noche del martes al miércoles en un colchón y sus padres directamente sobre las baldosas. En la noche del miércoles, sin embargo, fueron expulsados por la policía. Antonio Villanueva, presidente de la asociación, sin ocultar su pesar por lo sucedido, afirmó: "Éste es un tema desagradable, que demuestra cómo las prácticas de corrupción y especulación seguidas en esta ciudad durante años han calado incluso entre los que fueron perjudicados por ellas, qué ahora las quieren utilizar en su propio favor".

Villanueva conoce bien a los Rodríguez Chica: "Aquí nos conocemos todos y sabemos de qué pie cojea cada uno. A los padres de Mauricio y Jesús, en la remodelación, se les dio un piso con cuatro habitaciones, precisamente porque tenían cuatro hijos: los dos citados, otro chico que ahora está en la Legión y una chica. En ese piso ahora sólo viven los padres, de forma que tienen, como mínimo, dos habitaciones libres".

Poner en un brete

"Lo que no alcanzo a comprender", continúa Antonio, "es cómo Lola [la madre de ambos] permite que sus hijos duerman primero en el parque y luego en el suelo de la asociación cuando el piso lo tiene justo en el bloque contiguo al del local. Mejor dicho, sí sabemos lo que pretenden: poner en un brete a la asociación para que les saquemos las castañas del fuego y les consigamos piso. No vamos a dejar que nos chantajeen. Primero, porque no es contra la asociación contra quien tienen que dirigir los tiros. Si quieren encerrarse en una sede de la Administración o hacer gestiones para que a Mauricio le concedan el piso que pidió hace casi dos años -Jesús ni se ha molestado en pedirlo-, nosotros les ayudaremos. Y segundo, porque hay en San Blas familias tan necesitadas o más que ellos".

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