El control demócrata del Senado, un freno para la política de Reagan

La pérdida de control del Senado por parte del Partido Republicano de Ronald Reagan, en las elecciones celebradas el pasado martes en Estados Unidos, constituye una derrota política que limitará la acción del presidente en sus dos últimos años de mandato. Al lograr la mayoría en el Senado y conservar la que ya tenía en la Cámara de Representantes, el Partido Demócrata ha puesto fin a su travesía del desierto, tras haber perdido cuatro de las cinco últimas elecciones presidenciales en el país.

El presidente Reagan y la Casa Blanca intentaron ayer quitar importancia a las consecuencias de...

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La pérdida de control del Senado por parte del Partido Republicano de Ronald Reagan, en las elecciones celebradas el pasado martes en Estados Unidos, constituye una derrota política que limitará la acción del presidente en sus dos últimos años de mandato. Al lograr la mayoría en el Senado y conservar la que ya tenía en la Cámara de Representantes, el Partido Demócrata ha puesto fin a su travesía del desierto, tras haber perdido cuatro de las cinco últimas elecciones presidenciales en el país.

El presidente Reagan y la Casa Blanca intentaron ayer quitar importancia a las consecuencias de la pérdida del control de las dos Cámaras del Congreso norteamericano, que pondrá nuevos límites a la acción de la Administración republicana en asuntos corno la política hacia Nicaragua o el desarrollo de la Iniciativa de Defensa Estratégica, también llamada guerra de las galaxias.Reagan afirmó, tras conocerse los resultados, que hubo en las elecciones "bastantes buenas noticias" para el Partido Repúblicano y que mantendría sin modificación su agenda política. Y agregó: "Acabaremos la revolucion que hemos comenzado".

Además de la renovación de la Cámara de Representantes,(en la que los demócratas han avanzado escaños y tienen 260 por 175 los republicanos) y de un tercio del Senado (que ahora controlan los demócratas al menos por 54 a 46), se eligieron nuevos gobernadores en 36 de los 50 Estados. En este aspecto, los republicanos lograron superar a los demócratas. Antes ocupaban 16 de estos cargos. El martes, siempre según datos todavía provisionales, arrebataron siete Estados a los demócratas, aunque estos últimos continúan controlando 26 gobiernos estatales.

Gobernadores republicanos se encuentran ahora a la cabeza de muchos de los Estados más poblados de EE UU. Desde el final de la Il Guerra Mundial, ningún partido en el poder había ampliado el número de sus gobernadores en elecciones celebradas en mitad de un mandato presidencial.

La participación fue baja -un 38,5% del electorado- y entre los menores de 30 años con derecho a voto, según un sondeo de la cadena ABC de televisión, de un 15%. El Sur, tradicionalmente demócrata, y donde el reaganismo había hecho avances históricos desde 1980, ya no es tan republicano. El Medio Oeste, conservador y agrícola, castigado por la crisis económica de la agricultura americana, ha dado la espalda a Reagan. Y, por último, el Oeste, la tierra de Reagan, ya no lo es tanto.

Páginas 2,3 y 4

Editorial en la página 12

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