Cartas al director

Enemigos políticos

Ya tenemos dos enemigos, públicos declarados por su propia voz y en contra de un gran componente del público: Rogers y Cassinello. El primero, norteamericano, no oculta. su duda racial acerca de nuestra microbiana capacidad de defendernos, despreciando la falta de cualidades que nosotros, Pobres latinos, para su óptica similares a caribeños, negros, indios, espaldas mojadas y toda la purria que maculamos la pureza de USA, tenemos en relación a la blanquísima raza norteamericana.El segundo, español-andaluzalmeriense, llama con infinito hastío gilil,,,ollas a sindicalistas, jueces, periodist.as ...

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Ya tenemos dos enemigos, públicos declarados por su propia voz y en contra de un gran componente del público: Rogers y Cassinello. El primero, norteamericano, no oculta. su duda racial acerca de nuestra microbiana capacidad de defendernos, despreciando la falta de cualidades que nosotros, Pobres latinos, para su óptica similares a caribeños, negros, indios, espaldas mojadas y toda la purria que maculamos la pureza de USA, tenemos en relación a la blanquísima raza norteamericana.El segundo, español-andaluzalmeriense, llama con infinito hastío gilil,,,ollas a sindicalistas, jueces, periodist.as y parlamentarios, cuatro categorías de españoles conseguidas no precisamente por méritos de guerra en una aburrida paz disciplinaria durante 40 años, sino por oposición, elección y, reconocimiento de millones de voces electoras, representativas, lectoras o seguidoras, según los casos, y que constityen cualidades todas ellas proplas de una sociedad civil que, por lo manifestado por nuestro general, no concuerda, por supuesto, con la guardia a su mando.

A los 50 año de un golpe militar, 10 de reestablecer la democracia y 5 de otro golpe (intentona), dos señores con entorchados lanzani su opinión, en apariencia individual pero en realidad teleñecodirigida, sobre millones de pringaos. "Ustedes, señores generales, no nos entienden", que dijo Rucio con gesto fiero en la Cantata de Santa María de Iquique- Manuel Ladrón Cobos.

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