Cartas al director

El cuerpo B-1

Contemplando la cara de sorpresa y desagrado que presenta el afortunado hombre que rompió el récord de la loto y que publican ustedes en la primera página de su diario, de fecha 1 de octubre actual, me confirma mi criterio de que el cuerpo B-1 del boleto sólo sirve para eso: la identificación de su poseedor a efectos de la noticia sensacionalista.Me explico: en el sorteo número 7, de fecha 13 de febrero de 1986, rellené el boleto de siete apuestas número 174.501.065, sellado por el buzón receptor de Jaén número R.25.935-8 y tuve la fortuna de acertar los números 5, 18, 28, 48; total: cu...

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Contemplando la cara de sorpresa y desagrado que presenta el afortunado hombre que rompió el récord de la loto y que publican ustedes en la primera página de su diario, de fecha 1 de octubre actual, me confirma mi criterio de que el cuerpo B-1 del boleto sólo sirve para eso: la identificación de su poseedor a efectos de la noticia sensacionalista.Me explico: en el sorteo número 7, de fecha 13 de febrero de 1986, rellené el boleto de siete apuestas número 174.501.065, sellado por el buzón receptor de Jaén número R.25.935-8 y tuve la fortuna de acertar los números 5, 18, 28, 48; total: cuatro; por lo que tenía tres premios de cuatro aciertos y cuatro premios de tres aciertos.

El infortunio hizo que dos días después del sorteo -tras haber sido comprobados los aciertos- al ir y mostrársela al encargado del buzón receptor -testigo del hecho-, una huracanada ráfaga de viento, bajo una fuerte lluvia, y en su mismo quiosco, me la arrebató de la mano, desapareciendo ante los ojos de ambos.

¿Solución? El propio receptor indicó: "Si tiene relleno el cuerpo B-1, nada más reclamarla a Madrid, que eso se lo pagan".

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Así lo hice, dirigido al ilustrísimo señor director general del organismo de Loterías y Apuestas del Estado, con fecha 17 de febrero de 1986. Con fecha 20 de febrero de 1986 volví a escribir ampliando datos y una vez comprobada su inclusión en la lista de premios. Siguió una reclamación-recurso, con fecha 4 de marzo de 1986, esta vez por correo certificado con el número 55.

Posteriormente, y pensando que esperarían a que caducase el plazo normal de pagos, para ver si era presentado por quien difícilmente pudiera encontrarlo sin deteriorar -dada la torrencial lluvia- me informé en la delegación del Patronato de Jaén, que me confirmó que no se había presentado al cobro y que, por tanto, estaba impagado.

Nuevamente volví a dirigirme al citado organismo con fecha 30 de mayo de 1986, certificado número 39, y esta vez con acuse de recibo, que me fue devuelto con el sello del organismo en cuestión.

Desde entonces no lo he vuelto a cumplimentar, ¿para qué? Lo único cierto es que el importe del citado premio es mío y que se sigue reteniendo contra la voluntad de su dueño. ¿Por qué?-Francisco García.

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