LA CITA OLÍMPICA DE LAUSANA

Las ilusiones invernales de Jaca y Granada

A. G. Dos ciudades españolas, Jaca y Granada, aspiraban a ser candídatas, por separado, para organizar los Juegos Olímpicos de invierno de 1992. Mientras la ciudad andaluza calculaba un presupuesto de 29.000 millones de pesetas, Jaca pensaba realizar obras e instalaciones por algo más de 8.000. Al inicio de las respectivascampañas no faltaron algu nos ataques cruzados más o menos velados, dentro de su pugna por la candidatura.

Una comisión de la Federación Española de Deportes de Invierno (FEDI) estudió los proyectos y emitió veredicto: los planteamientos de las dos ciudades eran acepta...

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A. G. Dos ciudades españolas, Jaca y Granada, aspiraban a ser candídatas, por separado, para organizar los Juegos Olímpicos de invierno de 1992. Mientras la ciudad andaluza calculaba un presupuesto de 29.000 millones de pesetas, Jaca pensaba realizar obras e instalaciones por algo más de 8.000. Al inicio de las respectivascampañas no faltaron algu nos ataques cruzados más o menos velados, dentro de su pugna por la candidatura.

Una comisión de la Federación Española de Deportes de Invierno (FEDI) estudió los proyectos y emitió veredicto: los planteamientos de las dos ciudades eran aceptables.

El 21 de diciembre de se reunió la Junta de Federaciones para examinar el tema, y tomó una decisión. Aquella inisma tarde la hizo saber al pleno del Comité Olímpico Español (COE): ni Jaca ni Granada serían presentadas formalmente al CO1 como candidatas para 1992, aunque se decidió brindarles apoyo para que concurrieran de cara a los JJ OO de invierno de 1996. En el fondo, se deseaba evitar el tipo de problema que ahora tiene Francia con la doble presentación de Albertville y París.

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La decisión cayó. mal en ambas ciudades. Mientras Santiago Marraco, presidente del Gobierno de Aragón, comentaba que "el COE nos ha dejado a todos descontentos", Antonio Jara, alcalde de Granada, que ya lucía los anillos olímpicos en su chaqueta, opinaba: "Se han burlado descaradamente de nosotros". Rafael Escuredo, entonces presidente de la Junta de Andalucía, llegó más lejos: "Se ha hecho catalanismo del malo". Escuredo anteriormente ya se había destapado "exigiendo" a Juan Antonio Samaranch, presidente del COI, que se pronunciase sobre la candidatura olímpica de Granada: "Hay que mojarse. No vale la pretensión de neutralidad amparándose en que es presidente del COI".

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