Josse de Haan

Escritor en lengua frisona e inventor del 'teléfono de la poesía'

Es uno de los escritores holandeses de lengua frisona que tuvieron la genialidad de idear el primer teléfono poético, una fórmula que permite a cualquier ciudadano escuchar desde su casa una selección de poemas con sólo marcar un número de teléfono. Aquí, en San Sebastián, en el Primer Encuentro de Escritores Europeos en lenguas minoritarias, Josse de Haan ha expuesto estas y otras ideas no menos audaces que le han permitido divulgar la literatura y la cultura de Fryslánd y frenar en esa región holandesa "el avance uniformador, masificador y esterilizante impuesto por la cultura americana"....

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Es uno de los escritores holandeses de lengua frisona que tuvieron la genialidad de idear el primer teléfono poético, una fórmula que permite a cualquier ciudadano escuchar desde su casa una selección de poemas con sólo marcar un número de teléfono. Aquí, en San Sebastián, en el Primer Encuentro de Escritores Europeos en lenguas minoritarias, Josse de Haan ha expuesto estas y otras ideas no menos audaces que le han permitido divulgar la literatura y la cultura de Fryslánd y frenar en esa región holandesa "el avance uniformador, masificador y esterilizante impuesto por la cultura americana".

Novelista, poeta y ensayista este hombretón rubicundo con aire de bárbaro centroeuropeo reciclado en ecolingüista, afirma que asumió la defensa de la lengua frisona de una forma natural, consciente de que el lenguaje está íntimamente ligado a la cultura y a la identidad de los pueblos. Tiene 45 años, dos hijos, tres novelas, dos obras de teatro, ocho de poesía, varios ensayos sobre la función del arte, un semblante de hombre simpático y tierno, si no fuera por el brillo algo feroz de sus ojos miopes, y un libro de cuentos "para niños de 8 a 88 años" del que se siente particularmente orgulloso.Vive en Amsterdam, colabora con varios periódicos holandeses, participa activamente en la Sociedad de Escritores Frisones y da clases en esa lengua germánica hablada hoy por un 73% del medio millón de habi tantes de Fryslánd. Dice, con gesto dubitativo, que un escritor frisón difícilmente puede vivir de su trabajo, aunque, como en su caso, parte de su producción literaria está escrita en holan dés. Pero las cifras con que la administración de Fryslând y el Gobierno central holandés subvencionan a medio centenar de autores literarios, 1.500 dólares (195.000 pesetas) al mes durante un período de seis meses anuales, han hecho parpadear a buena parte de los escritores que asistieron a los pasados en cuentros de San Sebastián.

Entre las actividades que la Sociedad de Escritores Frisones desarrolla para revitalizar esa cultura se encuentra la feria anual del libro, una fiesta que congrega a numeroso público y que permite vender en una semana más de 10.000 ejemplares.

"El frisón", dice, "es una lengua hermana gemela del inglés que llegaba hasta Francia y penetraba en la costa noruega. Nuestras actividades", añade "han permitido acercar la cultura a la gente y establecer canales distintos a los convencionales". Josse de Haan recuerda el día en que instaló el teléfono de la poesía en su casa y se vio día y noche abrumado por centenares de llamadas que deseaban escuchar la grabación de los poemas, de un minuto de duración, creados expresamente para ese medio por los poetas frisones. "Recibimos hasta 2.000 llamadas diarias y tuvimos que ampliar a diez las líneas telefónicas. Ahora", explica, "recibimos medio millar a la semana de gente interesada en oír recitar poemas no sólo en frisón u holandés, sino también en otras lenguas".

Josse de Haan se lleva a Holanda grabaciones de los bertsolaris con la intención de incluirlas directamente en el teléfono de la poesía. "Queremos en primer lugar que la gente sepa que el eusk.era existe y que compruebe su sonido y lo que sugieren los versos. Nosotros", añade, "facilitaremos la traducción a aquellos que lo soliciten".

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