La juez Elisabeth Huerta declara secreto el sumario sobre torturas a Tomás Linaza
La juez María Elisabeth Huerta, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao, ha declarado secreto el sumario relativo a presuntas torturas infligidas a Tomás Linaza, padre de un presunto etarra, durante los ocho días que permaneció detenido en mayo de 1981. El carácter secreto de las actuaciones se prolongará durante 30 días y afecta a los abogados de las partes, los letrados Txema Montero y Jorge Argote, que representan respectivamente a Tomás Linaza y a los agentes de la Guardia Civil de los que se sospecha que puedan tener alguna relación con los hechos.Fuentes judiciales h...
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La juez María Elisabeth Huerta, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao, ha declarado secreto el sumario relativo a presuntas torturas infligidas a Tomás Linaza, padre de un presunto etarra, durante los ocho días que permaneció detenido en mayo de 1981. El carácter secreto de las actuaciones se prolongará durante 30 días y afecta a los abogados de las partes, los letrados Txema Montero y Jorge Argote, que representan respectivamente a Tomás Linaza y a los agentes de la Guardia Civil de los que se sospecha que puedan tener alguna relación con los hechos.Fuentes judiciales han informado que la declaración de secreto se produjo después de que Argote solicitara a la juez una copia completa de todos los documentos incorporados hasta ahora al sumario. Ayer no fue posible hablar con la juez María Elisabeth Huerta ni con Jorge Argote, que se encontraban ausentes de sus despachos.
Otras fuentes no oficiales han señalado que en este momento se encuentran pendientes de ejecución 16 diligencias relacionadas con este caso, que ha resultado especialmente conflictivo.
El deseo de la juez es practicarlas, según estas fuentes, sin que trascienda su contenido a la opinión pública, para que el esclarecimiento de los hechos no se vea entorpecido por la polémica, como ocurrió con ocasión de la orden del Gobierno que impidió que 90 guardias civiles comparecieran en el juzgado en una rueda de reconocimiento.