España, en la media europea

Las cifras de accidentes que se producen anualmente en las carreteras españolas son equiparables, según fuentes de Tráfico, a las que se registran en los países europeos, si bien los datos que se manejan son de difícil homologación, ya que intervienen en ellos múltiples variantes, entre ellas la diferente cifra de vehículos en relación con el número de habitantes. En 1984, España tenía 231 turismos por cada 1.000 habitantes -frente a una media europea de 281-; y en ese año se situó exactamente en la cifra media de muertes por accidentes de tráfico de Europa, que ascendió a 163 víctimas por...

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Las cifras de accidentes que se producen anualmente en las carreteras españolas son equiparables, según fuentes de Tráfico, a las que se registran en los países europeos, si bien los datos que se manejan son de difícil homologación, ya que intervienen en ellos múltiples variantes, entre ellas la diferente cifra de vehículos en relación con el número de habitantes. En 1984, España tenía 231 turismos por cada 1.000 habitantes -frente a una media europea de 281-; y en ese año se situó exactamente en la cifra media de muertes por accidentes de tráfico de Europa, que ascendió a 163 víctimas por millón de habitantes.No obstante, tanto fuentes de Tráfico como de Obras Públicas reconocen que una mejora sensible de la red viaria española haría descender en un 20% el número de accidentes. De hecho, el mayor numero de víctimas mortales se produce siempre en las carreteras locales y comarcales, y la gravedad de los siniestros disminuye considerablemente en las carreteras nacionales y en las autopistas.

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Por otra parte, la mayoría de los usuarios de las carreteras españolas se pregunta por qué es el verano el momento elegido por el Ministerio de Obras Públicas, bajo cuya jurisdicción figuran más de 20.000 kilómetros de carreteras en toda España, para remozar, trazar y resolver buena parte de los problemas de la red viaria. Las razones climatológicas aducidas para tomar esta decisión que repercute considerablemente en el tráfico rodado precisamente cuando éste es más intenso -el asfalto necesita de calor y sequedad para cimentarse adecuadamente-, no parecen justificar las obras veraniegas de algunas de las zonas más cálidas de España. Existe otra razón. "El hecho de que los Presupuestos Generales del Estado se aprueben en diciembre supone que las primeras partidas con destino a Obras Públicas llegan en los primeros meses del año siguiente, con lo cual las adjudicaciones de obras se producen en primavera y hasta el verano no se pueden realizar las obras", comentan fuentes del ministerio.

Entre las causas fundamentales de los accidentes producidos figuran, aparte de la peligrosidad intrínseca de las carreteras, el exceso de velocidad, las distracciones de los conductores y la irrupción de peatones en la calzada -en la última operación retorno se produjeron seis víctimas mortales por atropello-, que han sido nuevamente las razones principales de los siniestros. A ello hay que añadir los adelantamientos indebidos y los fallos del vehículo.

Entre las 13 provincias españolas que han registrado mayor número de accidentes mortales a lo largo de los meses de julio y agosto pasados figura Barcelona a la cabeza, con un total de 60 siniestros. En la misma lista figuran otras dos provincias catalanas, Gerona y Tarragona, ambas con 24 accidentes; la provincia de Madrid, con 49 sucesos de este tipo, y la de Alicante, con 32. Formar parte de la denominada ruta de los portugueses otorga a León la cifra de 20 accidentes en igual período, equiparable a la registrada en Ciudad Real; en Málaga hubo 33 accidentes, en Sevilla, 26; en Murcia, 25; en La Coruña y Pontevedra, 22; y en Oviedo 21.

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