MUNDOBASKET 86

Oscar Schmidt

Arquetipo del alero de final de siglo

Oscar Schmidt, brasileño, de 28 años, es ya uno de los triunfadores del Mundial. Es causante principal del fracaso español, encabeza la clasificación de lanzadores de triples, va camino de ser el máximo anotador y se encuentra entre los cinco mejores reboteadores. Sus 2,04 metros le convierten en el arquetipo de un jugador completo. No obstante, desempeña el papel de un norteamericano en la Liga italiana, lo que ya resulta un hecho extraordinario.

Oscar decidió viajar a España muy a su pesar. La Liga italiana había resultado dura porque su equipo, el Mobilgirgi, de Caserta, alcanzó la f...

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Oscar Schmidt, brasileño, de 28 años, es ya uno de los triunfadores del Mundial. Es causante principal del fracaso español, encabeza la clasificación de lanzadores de triples, va camino de ser el máximo anotador y se encuentra entre los cinco mejores reboteadores. Sus 2,04 metros le convierten en el arquetipo de un jugador completo. No obstante, desempeña el papel de un norteamericano en la Liga italiana, lo que ya resulta un hecho extraordinario.

Oscar decidió viajar a España muy a su pesar. La Liga italiana había resultado dura porque su equipo, el Mobilgirgi, de Caserta, alcanzó la final frente al Simac, de Milán. Y no venció, después de tres partidos polémicos, en alguno de los cuales Oscar llego a ser expulsado. Pero estaba cansado y, además, acababa de nacer su primera hija. Oscar pidió al técnico, Vidal, que no contase con él para este Mundial. Sin embargo, Vidal le pidió un favor especial: que jugara. Y le recordó que fue él quien le transformó en un alero cuando su estatura estaba siendo utilizada para que se pegara cada partido con los pívots. Tenía 19 años y jugaba en el Sirio, brasileño. La decisión de Vidal fue trascendental para el jugador, que se ha convertido en arquetipo del alero de finales de siglo.Tiene estatura, tiro, salto, rapidez y capacidad reboteadora. Y es blanco, lo que indujo a los Nets, de Nueva Jersey a probarlo en su campus justo un año antes que a Fernando Martín. Oscar pasó la prueba, pero no aceptó las condiciones. En realidad, era uno de los jugadores más cotizados en la Liga italiana. Oscar llegó- a Italia como si se tratara de una decisión un tanto frívola del polémico técnico yugoslavo Bogdan Tanjevic. Firmó por cinco años con el equipo de Caserta. Poco después, hasta el Real Madrid preguntó por él. En Italia es figura. Posee una media de 30 puntos por partido y encabeza, desde hace tiempo, la clasificación de los tres puntos.

Oscar reivindica el tiro de tres puntos: "No pienso que sea un atraso técnico. Lo demuestra el hecho de que selecciones como Malasia o Corea del Sur hayan podido equilibrarse un poco ante las demás utilizando este tipo de lanzamiento". Pero Oscar tiene dos ídolos: "Admiro a Drazen Petrovic, a quien considero una enciclopedia del baloncesto, y a Sabonis".

Oscar, como su colega Marcel, como el técnico Vidal, han dado tres curiosos ejemplos, que han permitido el triunfo de la selección brasileña. Oscar, por ser un hombre agradecido. Marcel, un alero de similar estaura y buen disparo, por jugar con una fisura. Marcel, que es médico, se autodiagnosticó que debía participar en este Mundial a pesar de una lesión que le ha obligado a sufrir fuertes dolores tras cada partido. Vidal, el técnico, porque no atendió el consejo de los médicos cuando hace un año fue operado a corazón abierto.

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