Cartas al director

En favor de Vázquez Montalbán

Como convocados por el toque de clarín, dos personas titulares de un nombre y apellidos y 100 firmas más han arremetido en carta dirigida a EL PAÍS contra Manuel Vázquez Montalbán por su espléndida columna titulada precisamente así, Carta, columna que debiera ser de lectura obligada para cuantos se interesen por la radiografia de un político que siempre anduvo algo torpón y que ahora ya aparece como afortunadamente desahuciado por quien en democracia desahuciar puede por el pueblo elector.Lamentar, como dicen los 102 ciudadanos de marras, que el señor Vázquez Montalbán utilice "el privi...

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Como convocados por el toque de clarín, dos personas titulares de un nombre y apellidos y 100 firmas más han arremetido en carta dirigida a EL PAÍS contra Manuel Vázquez Montalbán por su espléndida columna titulada precisamente así, Carta, columna que debiera ser de lectura obligada para cuantos se interesen por la radiografia de un político que siempre anduvo algo torpón y que ahora ya aparece como afortunadamente desahuciado por quien en democracia desahuciar puede por el pueblo elector.Lamentar, como dicen los 102 ciudadanos de marras, que el señor Vázquez Montalbán utilice "el privilegio de disponer de una columna periódica de ese diario", me suena a tanto como lamentar que un tornero utilice el privilegio de trabajar en un torno. Que un escritor prestigioso, que un columnista singular, que un analista lúcido, que un hombre con tales dones, los utilice y brinde a la comunidad frutos de su prestigio, de su singularidad y de su lucidez, no es sino algo coherente y loable, aunque ello escueza al colectivo que se da por aludido y, sobre todo, al tan justamente fustigado personaje que los lidera.

Aludir como aparente reproche -tal cosa hacen los 102 consabidos- a que esa columna del señor Vázquez Montalbán pueda estar bien pagada me suena a tanto como mostrarse insolidario con un trabajador de la cultura, pues no es habitual en nadie laborar -en sector alguno- por amor al arte. El señor Vázquez Montalbán, al menos, percibe sus emolumentos a cambio de algo transparente, porque todos sabemos qué es: la prosa y las ideas que brotan de su pluma y de su cacumen. No creo que pueda decirse otro tanto del líder de los 102 atribulados firmantes de la carta que comento, protagonista más que sospechoso de los grandes y carísimos medios de comunicación, interesados en él precisamente ahora. Tanto pago en especie, pienso yo y pensamos muchos, no debe ser precisamente para que una a unos comunistas que al fin respiran y se multiplican libres de su bienhechora presencia.

Porque decir, como dicen esos 102 ofuscados firmantes, que su admirado jefe no tiene nada que ver con lo que viene ocurriendo en el PSUC... ¿quién, si no él, lo hundió en la miseria, al tirarse en plancha sobre Cataluña por no aceptar los resultados de su últiino congreso limpio? En cuanto al desastre electoral de otros, mírense en un espejo menos turbio que el que al parecer manejan. ¿Cómo se puede hablar de tal cosa desde la nada boyante y desairada condición de extraparlamentarios.- .

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