Tribuna:MEXICO 86FÚTBOL POR DENTRO

Delanteros

México Algo ha llamado la atención de este Mundial: la pérdida del papel de los delanteros. Héroes y figuras del fútbol casi siempre, la historia ,parece relegarles a un papel oscuro, secundario, incómodo y muy aburrido. Ya, no hay sitio para los brillantes extremos que desbordaban y metían el pase atrás. Ni siquiera para los delanteros tipo tanque, versión de lo que sólo han legado a México el alemán Dieter Hoeness y el inglés Hateley, ninguno de los cuales ha podido imponerse como titular en su equipo. Tampoco ha habido los delanteros de acción plena como el Rummenigge de no mucho tie...

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México Algo ha llamado la atención de este Mundial: la pérdida del papel de los delanteros. Héroes y figuras del fútbol casi siempre, la historia ,parece relegarles a un papel oscuro, secundario, incómodo y muy aburrido. Ya, no hay sitio para los brillantes extremos que desbordaban y metían el pase atrás. Ni siquiera para los delanteros tipo tanque, versión de lo que sólo han legado a México el alemán Dieter Hoeness y el inglés Hateley, ninguno de los cuales ha podido imponerse como titular en su equipo. Tampoco ha habido los delanteros de acción plena como el Rummenigge de no mucho tiempo atrás, capaces del desborde y el remate.El delantero pierde protagonismo. Ya casi no es un finalizador, sino un recurso de auxilio a los centrocampistas que llegan de atrás. La mayoría ha quedado para devolver paredes, recibir patadas y abrirse a las bandas para hacerle un sitio al que llega. No toman la iniciativa, sino que aparecen como un punto de apoyo o una ligera referencia para los que llegan de atrás.

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Elkjaer y Laudrup han sido la excepción. Ellos recibían el balón y hacían por su cuenta. Valdano, por ejemplo, no. Valdano está para amenazar por su altura, moverse y abrir huecos o devolver paredes a Maradona, que empezó delante y cada vez se retrasa más. En Alemania, tanto Voeller como Allofs y Rummenigge estaban arriba para guardarles el sitio a Briegel, Mattheus , Eder o quien quiera que subiese. Y lo mismo España, donde: Butragueño asusta por su presencia y Julio Salinas no hacía más que coger los pases largos -cuando no estaba en fuera de juego- y esperar que llegaran los de atrás.

Y es que el gol cada vez viene más de atrás. Algunos equipos han decidido jugar abiertamente con un delantero, como Argentina o la URSS, y se esperaba que fueran más. Los goles de los delanteros son cada vez menos producto de jugadas elaboradas entre ellos, sino apariciones esporádicas para rematar el balón cuando los que llegaban de atrás van provocado el desajuste. Así ha marcado casi todos sus tantos Lineker, y así también Butragueño. La figura del oportunista, poco valorada en el fútbol de hace 20 años, cuándo a los jugadores que poseían esta condición se les consideraba poco menos que raterillos de poca monta. se afianza así poco a poco.

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